Demanda de 30 millones contra el Insalud por un fallecimiento
Treinta millones de pesetas por daños y perjuicios es la indemnización que reclama al Insalud y a la policlínica privada Miramar de Palma de Mallorca Adelina Monterrubio, viuda de José Socías, un paciente de la Seguridad Social que falleció de un infarto mientras estaba pendiente se ser operado. Al morir, Socías llevaba 65 días esperando ser intervenido de sus graves insuficiencias coronarias y vasculares en la unidad especializada de esta clínica.El director del Insalud en Baleares, Rodrigo de Santos, negó ayer "tajantemente" que el paciente, que falleció en marzo del año pasado, "estuviera un solo día en lista de espera". De Santos resaltó que se hizo una investigación sobre este caso en 1999 que concluyó que el proceso fue correcto y consideró "muy grave tratar de generar a partir de un caso particular una alarma social innecesaria".
La demanda presentada ante la Audiencia Nacional recalca que se retrasó una operación urgente a causa del "anormal funcionamiento del Insalud" y señala una falta de "diligencia y coordinación" entre el centro público y el hospital privado que asume desde 1993 todas las operaciones cardiacas de los enfermos de la Sanidad pública de Baleares.
Diagnóstico correcto
De Santos leyó para los medios de comunicación un extracto del informe que señala que "el paciente, correctamente diagnosticado y tratado, al que se programó para cirugía cardiaca (...) sufrió una descompensación de su situación clínica una semana antes de la intervención, presentando súbitamente un infarto agudo de miocardio y un edema agudo de pulmón que, a pesar de las maniobras de reanimación" le produjeron la muerte.
El corazón herido de José Socías, un empleado de bingo de 58 años, fumador, aguantó más de dos meses, pero le faltaron seis días para ser reparado. Socías tuvo el primer infarto agudo el 22 de diciembre de 1998 y permaneció hasta el día 31 en el Hospital de la Seguridad Social de Palma. Con el alta, fue advertido de su necesaria intervención. "Se le avisará telefónicamente con la fecha de la cirugía", le dieron por escrito, y le comentaron que en febrero sería operado. El 2 de marzo contactaron desde la Miramar con el enfermo y le señalaron la entrada en quirófano para el día 12 del mismo mes.
La clínica señaló que posiblemente el fallecido "padecía otras patologías asociadas" como la insuficiencia renal. La viuda y su letrado dicen que, durante todo el periodo de espera, el enfermo no fue examinado ni sometido a pruebas especiales.
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