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La Universidad de Málaga diseña un revolucionario audífono digital Unos dos millones de españoles podrían beneficiarse del invento

Javier Arroyo

Investigadores de la Universidad de Málaga han diseñado un nuevo audífono digital gobernado por un microchip que analiza y rectifica según las necesidades de cada paciente hasta 64 parámetros del sonido, frente a los ocho que reconocen los actuales. Esta prótesis servirá para muchas personas con problemas de audición, incapaces de oír con nitidez con los audífonos existentes. Casi dos millones de españoles podrían beneficiarse del invento.

Conseguir esta audioprótesis ha costado siete años y más de 50 millones de pesetas. El doctor Rafael Urquiza, otorrinolaringólogo que ha estado en el proyecto desde el principio junto a un equipo de especialistas en electrónica, encabezados por el profesor Alfonso Gago, del Departamento de Electrónica de la Escuela de Ingeniería de Málaga, considera que comparar estos nuevos audífonos -o "audioprocesadores", como él los llama- con los existentes en el mercado es comparar un coche con un avión: ambos aparatos sirven para viajar, pero están en escalas totalmente distintas. Según sus inventores, la capacidad de diseccionar el sonido en 64 parámetros y de actuar sobre ellos lo hace único en el mundo.La nueva prótesis auditiva se caracteriza por su adaptación milimétrica a las necesidades de las personas que sufren hipoacusia (problemas de baja audición). Mientras los audífonos clásicos fragmentan el sonido en ocho bandas, los nuevos procesadores son capaces de analizar los sonidos en 32 bandas, todas ellas en las frecuencias del sonido hábil para distinguir palabras. Esta banda desde los 0 a los 4 megahercios. A partir de 4, el oído sólo percibe sonidos musicales.

Otro problema que los audífonos convencionales no son capaces de solucionar es el llamado recruitment o disconfort, punto en el que las altas frecuencias del sonido producen molestias a las personas con mala audición y en el que las prótesis auditivas convencionales existentes producen pitidos o ruidos que incomodan al usuario.

Los audífonos o audioprótesis sólo pueden usarse cuando existe un mínimo de audición en el paciente. Esto significa que las personas con sordera total (cofosis) no tienen posibilidad de usar estos aparatos y han de recurrir, cuando es posible, a implantes internos mediante cirugía. En general, las prótesis auditivas externas, como es el caso de la recién lanzada al mercado, se utilizan en casos de pérdidas que fluctúan entre el 40% y 90%.

Entre un 12% y un 13% de los españoles sufre problemas auditivos. Según el doctor Urquiza, aproximadamente un 5% de la población es susceptible de usar una prótesis auditiva. Esto equivale a casi dos millones de personas. El propio doctor reconoce que la sofisticación de este nuevo artilugio no es necesaria para todos los casos de hipoacusia, aunque tampoco supone ningún problema para su uso. Urquiza propone su empleo "para pacientes con pérdidas complejas". El grupo más proclive a este deterioro son las personas mayores: "El 85% de los ancianos sufre pérdidas entre moderadas y severas, muchos de ellos con trastornos de recruitment" afirma el doctor Urquiza.

La audioprótesis es el primer ingenio desarrollado, patentado y producido por la universidad malagueña. 40 pacientes han participado en las pruebas llevadas a cabo por el equipo investigador, en sesiones que han durado más de 10 horas. Su fabricación, también en Málaga, estará a cargo de la Fundación Solitec. La comercialización del producto ha sido concedida bajo licencia a una empresa externa a la universidad, y su precio es de 130.000 pesetas. Según quienes han desarrollado el proyecto, lo más parecido en el mercado cuesta unas 300.000 pesetas; los audífono ordinarios (no digitales) rondan las 80.000 pesetas.

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