El futuro está en los números

Al entrar en el despacho de Mikel Lezaun, director del Departamento de Matemática Aplicada de la UPV, uno no se encuentra sofisticadas y costosas máquinas, salvo, eso sí, el inevitable ordenador personal. Una gran pizarra con fórmulas matemáticas garabateadas a tiza preside la estancia, y varios anaqueles con libros que invitan a sumergirse en un mar de guarismos y símbolos matemáticos, completan el resto del inmobiliario. Y es que por mucho que los ordenadores sirvan de inestimable complemento, al final la principal herramienta del matemático es su propio cerebro. "Les salimos baratos a la universidad", afirma con una sonrisa Javier Duoadikoetxea, director del departamento de Matemáticas. Ambos profesores se encargan de coordinar los estudios de Matemáticas, y lo más interesante para sus alumnos, de conseguir que las empresas contraten cada vez más matemáticos. "Los primeros años de la licenciatura, la salida laboral consistía en la enseñanza. Y era una profesión que apenas sufría paro, incluso otros licenciados como físicos impartían clases de matemáticas. Sin embargo, este mercado se ha saturado, y ahora los licenciados se deben plantear su trabajo delante de un ordenador y en grandes empresas", explica Lezaun.

Por lo tanto, aunque a primera vista las matemáticas no ofrezca la imagen de carrera con salidas profesionales, la verdad es que desde que se comenzó a impartir en la UPV, en 1968, apenas ha sufrido el problema del paro. En la actualidad, unas 40 personas se licencian en esta carrera, y la casi totalidad acaban trabajando en empresas del País Vasco, siendo un porcentaje muy bajo el de aquellos que deben marchar fuera, principalmente a Madrid. Este hecho no debe confundir a los posibles alumnos que deseen acabar siendo matemáticos, porque como bien añade Lezaun, se trata de una licenciatura a la que hay que acudir por verdadera vocación, por amor a las mates. De ahí que los que vienen a probar suerte normalmente no finalicen la carrera.

Cada vez las empresas son más conscientes de que necesitan incorporar a sus plantillas a los matemáticos. Se trata de empresas que utilizan equipos multidisciplinares de profesionales, para poder abordar los problemas desde diferentes ópticas. En palabras de Lezaun, "el empresario plantea el problema que quiere resolver, el ingeniero le da el sentido real y el matemático hace el desarrollo en números de ese problema".

Así lo han entendido ya los principales centros tecnológicos vascos, grandes empresas de informática como Ibermática, instituciones públicas como Osakidetza, el Eustat, Azti, consultorías como Arthur&Andersen, o empresas de I+D.

El año 2000 ha sido elegido como Año Mundial de las Matemáticas. En el País Vasco se vienen celebrando varias jornadas y conferencias. En septiembre tendrá lugar en Bilbao el Congreso Internacional de Geometría Diferencial, que reunirá a expertos en la materia de todo el mundo.