Encontradas cerca de Buenos Aires fosas comunes con desaparecidos de la dictadura

El hallazgo de un cuaderno que llevaba escrito en la portada "No tocar" confirmó que en el cementerio de Lomas de Zamora, al sur de Buenos Aires, se enterraron como "NN" (sin nombre) durante la dictadura militar al menos 88 cadáveres. Un equipo de forenses ha logrado identificar ya diez cadáveres de los sepultados en Lomas de Zamora. Según los especialistas, "la mayoría de los huesos pertenecen a personas jóvenes que murieron por la destrucción de masa encefálica a causa de disparos de armas de fuego hechos desde muy cerca".

El alcalde de Lomas de Zamora, Edgardo Di Dio, dijo que el cuaderno estaba en el escritorio de uno de los despachos del cementerio. El registro diario de inhumaciones revela que en el sitio destinado a los cuerpos no identificados hay al menos una fosa común en la que se habrían sepultado nueve cuerpos asesinados y enterrados el mismo día, el 24 de diciembre de 1976.Todos ellos, según la comisaría de policía de la provincia de Buenos Aires, por entonces a cargo del general Ramón Camps que era quien entregaba los cadáveres, residían supuestamente en una misma casa situada a sólo cinco calles del campo de concentración de prisioneros conocido como Pozo de Banfield. Otros siete cuerpos sin identificar se inhumaron el 18 de febrero de 1977. El secretario de gobierno del municipio de Lomas de Zamora dijo que "durante esos primeros años de la dictadura se registraron muchas inhumaciones en un mismo día, pero después la cantidad de entierros disminuye progresivamente hasta los primeros meses de 1983". En 1984, el juez Ernesto Devoto ordenó preservar el estado de las tumbas y autorizó a comenzar su trabajo al grupo de antropólogos forenses que ahora identifica los cadáveres.

Juan Hrchan, el actual director del camposanto de Lomas de Zamora, dijo que su antecesor en el cargo, Cecilio Moreira, le había advertido sobre los supuestos riesgos que correría si "tocaba" las tumbas de "NN" : "En un recorrido que hicimos a fines de 1999 me dijo: 'esta tumba no la tenés que tocar porque está llena de extremistas, si levantás la perdiz las viejas locas [las Madres de Plaza de Mayo] van a empezar a romper las pelotas'". Ayer, Hrchan denunció que había sido "amenazado de muerte" y que tuvo que llevarse a su familia a un sitio "más seguro".

Hrchan añadió: "Los cuatro directores que me precedieron sabían de esto. Hubo pedidos de los juzgados y hubo algunas exhumaciones, pero nunca realizaron una investigación".

El funcionario explicó que comentó el caso con las autoridades del Ayuntamiento de Lomas de Zamora, por lo cual se ordenó una investigación urgente. "Nos encontramos con que las tumbas no estaban identificadas, estaban totalmente peladas. En la parcela 8, letra P, hallamos nueve cadáveres en una fosa común, que fueron sepultados en diciembre de 1976", nueve meses después del golpe de Estado que dio comienzo a la dictadura, comentó. "Cuerpos hay prácticamente 90 y están diseminados en unas 60 sepulturas", añadió.

Los crímenes de lesa humanidad cometidos por los jerarcas del régimen militar argentino entre 1976 y 1983 dejaron un resultado de al menos 9.000 personas desaparecidas con presunción de muerte, de acuerdo con un informe oficial elaborado en 1984, aunque las organizaciones humanitarias aseguran que ese número de víctimas se eleva a 30.000.

Por otra parte, la dirección de Asuntos Jurídicos de la Cancillería argentina retiene desde hace diez días la documentación que recibió del juez de la Audiencia Nacional española Baltazar Garzón y que reclamaba su par argentino Gustavo Literas antes de decidir sobre la petición de detención de 48 ciudadanos argentinos, ex militares, policías y un civil, acusados de graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar y bajo proceso en España.

Según Adriana Calvo y Anabel Alcaide, dos miembros de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, el director de Asuntos Jurídicos de la Cancillería, Mariano Maciel, admitió en una entrevista que tuvo con ellas el viernes "que no saben qué hacer con la valija" de Garzón. El juez Gustavo Literas desmintió a su vez que hubiera advertido sobre supuestos rechazos a la petición de Garzón porque no se hubiera cumplido con plazos o procedimientos, tal como se apresuró a adelantar en un comunicado la Cancillería argentina hace diez días y reconoció que todavía no le ha llegado la documentación a su despacho.