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"Buscamos la verdad, por muy dura que sea"

Abuelas de la Plaza de Mayo sigue indagando sobre los niños desaparecidos en la dictadura militar argentina

Llevan cerca de 23 años buscando a sus nietos desaparecidos a causa de la dictadura militar argentina. Sus hijas fueron detenidas e internadas en campos de concentración por la dictadura del general Videla. Cuando estas mujeres dieron a luz, los niños fueron entregados a otras familias.Las Abuelas de la Plaza de Mayo, entidad creada en abril de 1977, es una organización pro derechos humanos de Argentina que se encarga específicamente de la búsqueda de esos niños. Estela Carlotto y Rosa Rosimblit, presidenta y vicepresidenta de la organización respectivamente, dieron ayer en el Colegio de Abogados de Barcelona una charla debate organizada por la Plataforma Argentina contra la Impunidad. Hasta el momento se han denunciado 240 casos de desapariciones. De éstos, 66 se han resuelto, aunque ocho de los niños ya habían sido asesinados cuando se supo su verdadero origen. La organización calcula entre 400 y 500 la cifra real de niños desaparecidos, hoy ya jóvenes de hasta 23 años.

Rosimblit recordó los primeros años de la organización y dijo: "Éramos un grupo de ingenuas. ¿Cómo íbamos a saber quién era nuestro nieto?". Los avances científicos ayudaron a la causa de las abuelas argentinas. Los miembros de la organización recorrieron durante años centros científicos de todo el mundo para conocer los últimos avances que les permitieran encontrar más fácilmente a sus familiares desaparecidos. En Estados Unidos, la Asociación para el Avance de la Ciencia se comprometió con sus objetivos y les informó de que se podía atribuir la paternidad de los desaparecidos a partir de los análisis del ADN de otros familiares que no fueran los padres. Otro avance decisivo fue la constitución en Argentina del Banco Nacional de Datos Genéticos, organismo que facilita el proceso de identificación.

El primer paso para encontrar a los nietos desaparecidos es la reunión de datos, desde el momento en que algún joven acude a la organización porque sospecha que no vive con sus padres biológicos o por declaraciones de implicados en las adopciones ilegales durante la dictadura militar. Entonces el equipo jurídico de Abuelas de la Plaza de Mayo solicita a un juez que mande al joven en cuestión al banco. La directora de este organismo remite al juez los resultados de las pruebas, y es éste quien confirma al chico si es hijo de desaparecidos. Para este momento, que suele ser traumático, las abuelas tienen un equipo de psicólogos que preparan al afectado y a su familia verdadera.

La organización denunció que en los últimos años se ha podido conocer que la adopción ilegal de niños fue un proceso meticulosamente organizado y que pudo estar relacionado con la Operación Cóndor, por la cual las dictaduras del Cono Sur colaboraron en la represión de los opositores a sus regímenes.

Después de 23 años, las abuelas afirman que no son heroínas: "Buscamos la verdad, por muy dura que sea".

Jose Maria Tejederas Chacon

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