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Gaddafi pronuncia un discurso antioccidental en el que acusa a Europa de exportar la corrupción y la guerra

Muammar el Gaddafi abandonó su jaima, donde por la mañana había recibido al presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, con quien departió con cordialidad, y por la tarde descargó toda su batería dialéctica contra Occidente ante la mirada atónita de los jefes de Estado y de Gobierno participantes en la cumbre euroafricana de El Cairo. El líder libio, a quien correspondía intervenir en la primera sesión de trabajo, consumió más tiempo del reglamentado para arremeter con extrema dureza contra EEUU y Europa.

"Gaddafi ha querido convertir la cumbre en una plataforma de promoción personal", declaró a este diario una alta fuente diplomática europea. El presidente libio manifestó que Europa ha sido "responsable de exportar las guerras y la corrupción" al continente africano, e instó a los europeos a "romper su dependencia de Estados Unidos" y condenó la presencia de la VI Flota norteamericana en el Mediterráneo. Diplomáticos europeos irritados con el tono señalaron que Gaddafi parecía dispuesto a desvirtuar el ánimo constructivo de la cumbre.

Por la mañana, todo fue diferente: Gaddafi y Prodi se reunieron durante una hora, bebiendo amigablemente un té en el exterior de la jaima que el líder libio ha montado durante su estancia en El Cairo. "Muchos dijeron que estaba loco cuando nos hablamos por teléfono en navidades y ahora todo el mundo hace cola para verle", declaró satisfecho Prodi al comentar que varios dirigentes de los Quince tienen previsto encontrarse con el coronel; entre ellos, José María Aznar, que lo hará hoy.

El encuentro había despertado interés ante la posibilidad de que se concretara un próximo viaje de Gaddafi a Bruselas. De momento no hay fechas, aun cuando Prodi sigue creyendo que "tarde o temprano" Gaddafi acudirá a la capital comunitaria. "Se ha tratado de un paso positivo y la visita está más cerca", manifestó Prodi por la mañana, al indicar que el presidente de Libia le había asegurado que su país acepta todo el acervo del Proceso de Barcelona -democracia, respeto de los derechos humanos y libre comercio- y que no tiene intención de seguir poniendo reservas a la participación de Israel y la Autoridad Palestina en el diálogo euromediterráneo.

Por la tarde, tras escuchar el discurso de Gaddafi, Prodi dijo sentirse decepcionado por la intervención del líder libio, que no estaba en la línea de la conversación matutina.

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