La población de lobos en Andalucía se reduce a unos 50 ejemplares

Los investigadores que trabajan en la elaboración del plan de conservación del lobo en Andalucía sólo han encontrado medio centenar de ejemplares desde que comenzaron el estudio en 1998. Bajo la dirección del catedrático de Biología Animal de la Universidad de Jaén, Joaquín Muñoz Cobo, un equipo de cinco personas analiza, por encargo de la Junta, la situación de esta especie protegida. El trabajo se centra en estos momentos en crear una base de datos genética para comprobar si con esta cantidad de individuos es posible que la especie se mantenga y se recupere.

Joaquín Muñoz es optimista. Cree que, aunque son pocos ejemplares los que permanecen vivos, es posible que tengan la variedad genética suficiente para que se incremente el número y se desarrollen en condiciones óptimas.Sólo se han encontrado lobos en la sierra de Andújar (Jaén) y en Hornachuelos (Córdoba). A principios del siglo XX se podían encontrar ejemplares de esta especie protegida en toda Andalucía, excepto en Almería. Ya en la década de los cincuenta, la población se redujo sustancialmente y quedó prácticamente aislada en Sierra Morena, pero lo peor llegó en los sesenta y setenta, cuando se cazaron sin ningún control. "Después ha seguido un goteo de muertes y persecución", relata Joaquín Muñoz.

El convenio que firmó la Junta de Andalucía con la Universidad de Jaén para analizar el lobo no pretendía únicamente conocer el número de ejemplares que quedan en libertad, sino también los problemas de conservación que tienen y en hacer una propuesta de medidas a adoptar.

El plazo del convenio expira este año y los responsables del departamento de Biología Animal, Vegetal y Ecología tienen previsto publicar un documento en los próximos meses.

Joaquín Muñoz sitúa a los guardas privados como el principal elemento de alteración para los lobos. Esta especie animal, reconoce, es conflictiva. La leyenda negra que le rodea ha podido contribuir a que se encuentre prácticamente en extinción, pero sobre todo alude a los daños que provoca en el ganado y en las especies de caza mayor. "Hasta que no haya medidas sensatas para conservar, los lobos no estarán a salvo", dice.

Entre los beneficios que aporta una comunidad de lobos importante, el catedrático de Biología Animal destaca el control de la población de ciervos. En estos momentos, asegura, hay unas densidades demasiado altas que se pueden convertir "en una bomba de relojería" por la aparición de enfermedades. Los lobos ejercen una labor de control. "Ahora sería más útil que nunca que estuviesen en los montes".

Sierra Morena, destaca Muñoz Cobo, tiene unas condiciones "idóneas" para que los lobos se desarrollen, pero considera esencial que cambie la mentalidad de los ganaderos, los propietarios de fincas y los guardas.

Además apunta hacia la Junta de Andalucía para que se consiga que se salvaguarde la legalidad y la ley de conservación de especies protegidas.

Los primeros resultados de la investigación que dirige Joaquín Muñoz dan lugar a un cierto optimismo. Cree que en los últimos diez años ha aumentado la presencia de lobos en una amplia extensión de terreno. Ha llegado a esta conclusión después de observar que los individuos que quedan en libertad no se encuentran siempre en las mismas fincas. "Se ven en una superficie muy extensa, desde Córdoba hasta Jaén, y eso puede implicar una cierta recuperación".