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Las víctimas del 'síndrome Ardystil' denuncian casos de patologías congénitas Los hijos de cuatro afectadas sufren enfermedades de "origen indeterminado"

El nacimiento de un niño con espina bífida y otros tres casos de menores con patologías de origen desconocido han desatado la alarma entre el colectivo de víctimas del síndrome Ardystil. Los afectados denuncian que este extraño síndrome, que hace ocho años causó la muerte de seis empleados del sector de la aerografía textil en Cocentaina y Alcoy (Alicante) y cerca de un centenar de afectados por fibrosis pulmonar, puede ser el causante de los daños que sufren cuatro de los seis últimos hijos de afectadas. Los médicos no han certificado esta vía de transmisión.

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Ocho años de investigación y ningún agente causal V. MAROTO, Valencia

De manera muy escueta y apoyándose en el deseo de confidencialidad de las madres, la presidenta de la comisión de afectados por el síndrome Ardystil, Amparo Pascual, dio a conocer estos casos de daños congénitos. Pascual aseguró que el médico especialista que detectó la espina bífida en el hijo de una afectada señaló en su informe que la poco común patología del niño podría estar vinculada a la inhalación de productos tóxicos o a un tratamiento médico de cortisona por parte de la madre. Con un pronóstico similar se encuentran los hijos de otras tres afectadas que, siempre según Pascual, han desarrollado "patologías de origen indeterminado".Una fuente sanitaria del Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy, en la que nació el niño con espina bífida hace tres años, confirmó ayer que su madre era una afectada por el síndrome Ardystil, si bien esta misma fuente estableció la imposibilidad de demostrar que esta patología se debiera al desarrollo de la enfermedad de la madre. La Consejería de Sanidad de la Generalitat Valenciana, de la que depende este centro, fue más allá y a través de un portavoz negó cualquier tipo de relación entre la enfermedad del niño y el síndrome Ardystil. El portavoz, que aseguró que la Consejería de Sanidad mantiene exámenes periódicos a los afectados, aseguró desconocer la existencia de los otros tres casos denunciados públicamente.

Estas madres, al igual que el resto de afectados fueron sometidas a un tratamiento de corticoides para frenar el avance de la fibrosis derivada del síndrome Ardystil. Esto sucedía en mayo de 1992, tras el fallecimiento de una segunda trabajadora en la empresa de aerografía textil Ardystil de Cocentaina, Yovana González, de 18 años.

Productos tóxicos

Entonces se asoció esta muerte y la de Isabel Miró, el 14 de febrero de 1992, a la inhalación de productos tóxicos en Ardystil y se descartó la primera hipótesis que apuntaba a un brote de tuberculosis. Tras Yovana fallecieron su hermana Soraya, de 20 años, Andrés Méndez, de 50 años, la madre de familia Milagros Lucas y Josefa Parra, de 51 años, también casada y con un hijo.

Casi de inmediato comenzaron los chequeos médicos que revelaron afecciones pulmonares en más trabajadores de Ardystil, por la aspiración de gases nocivos que emanaron de los productos químicos utilizados en esta pequeña y clandestina empresa, dedicada al proceso de estampación de telas con pistola. Se diagnosticaron afecciones a casi 70 trabajadores que presentaban síntomas de cansancio, tos aguda y falta de apetito. Las inspecciones se ampliaron a otras empresas de estampación de Cocentaina y Alcoy, en las que se detectaron falta de ventilación, focos de calor próximos a los productos químicos y horarios excesivos para manejar esas sustancias. La Administración autonómica decretó su cierre en octubre de 1992.

Ocho años después de detectarse el síndrome y de que el Juzgado de Primera Instancia e Intrucción numero tres de Alcoy abriese diligencias por un delito de imprudencia contra la seguridad en el trabajo, los afectados siguen sin conocer que es lo que provocó las muertes y la enfermedad. Aún esperan el informe oficial del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (NIOSH), solicitado en enero de 1993 a instancias del Gobierno valenciano sobre la etiología del síndrome Ardystil.

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