Justicia propone reformar los acuerdos con la Iglesia para resolver la clase de religión

El director general de Asuntos Religiosos, Alberto de la Hera, propuso ayer reformar los Acuerdos Iglesia-Estado de 3 de enero de 1979 para solucionar de forma definitiva el actual problema de la clase de religión y su alternativa. "Hay algunos puntos que se ha visto que no funcionan demasiado bien y otros que podrían mejorarse", dijo. Es la primera vez que un alto cargo ministerial alude a una posible reforma de esos acuerdos, herederos del generoso Concordato otorgado por la dictadura franquista a la Santa Sede en 1953, un tratado internacional que sobrevivió al pacto constitucional de 1978. "Quizá algunos de los problemas relativos a la enseñanza de la religión, o a la cuestión económica de la Iglesia católica, en parte pueden estar ligados a redacciones que se hayan demostrado con el tiempo menos felices y se puedan corregir", explicó De la Hera. Otro tanto dijo de la Ley de Libertad Religiosa de 1980 y los acuerdos de las confesiones minoritarias, que son de 1992.

La Conferencia Episcopal Española, a través de su presidente, el cardenal Antonio María Rouco, no ha ocultado su decepción porque el Gobierno de Aznar no haya resuelto ese conflicto en la legislatura que acaba de concluir. Rouco ha dicho reiteradamente que la regulación de la enseñanza de la religión en los colegios, vigente desde 1991, es "más que dudosa" desde el punto de vista jurídico, y tampoco está de acuerdo con la manera en que el Gobierno socialista resolvió en 1987 la financiación pública de la Iglesia, que este año recibe 21.000 millones de pesetas con cargo a los Presupuestos Generales del Estado.