De la seda a la naranja
El Palau dels Mercader ha recuperado su antiguo esplendor gótico. La casona medieval, construida durante los siglos XIV y XV por los descendientes del noble Jorge Mercader, ha sido restaurada por la Unión de Cooperativas Agrarias (Uteco-Valencia) en una loable apuesta por reinvertir parte de sus activos en la salvaguarda de uno de los edificios histórico-artístico más emblemáticos de la calle de Cavallers de Valencia. El palacio, convertido en la sede de Uteco, alberga los departamentos de servicios de las 232 cooperativas que integran esta organización.El palacio, cuyas obras de rehabilitación han estado coordinadas por el arquitecto Juan Candela y la restauradora Lucía Peiró, integra con elegancia, como símbolo de dos épocas, el patio gótico y los salones y artesonados renacentistas con modernas instalaciones informatizadas. Entre sus muros de sillería y ventanales ojivales se integran, distribuidos en cuatro plantas, los despachos de servicios de Uteco, más una sala de formación y un pequeño museo etnográfico. La restauración ha costado cuatro años. Se inició en septiembre de 1996 y finalizó a finales de 1999, aunque la habilitación de las nuevas instalaciones se ha prolongado hasta esta misma semana.
Desde este lugar, situado a poca distancia del palacio de la Generalitat, Uteco pretende hacer oír su voz con más fuerza. Enrique Blasco, presidente de la entidad, manifestó ayer al respecto: "Esta sede en pleno centro de Valencia nos hace más fuertes ante la Administración autonómica". Blasco señaló también que esta restauración supone un gran esfuerzo económico, "ya que para Uteco, que durante años ha tenido su sede provisional en alquiler en la plaza del Ayuntamiento, hubiera sido más fácil comprar y adecuar un edificio nuevo, pero ha optado por recuperar un monumento histórico valenciano, que estaba en estado de ruina total, para devolverle todo su valor artístico original", una iniciativa que además es pionera en el mundo empresarial valenciano.
Pero el proyecto no ha salido barato. La compra del edificio, cuyo último propietario fue Emilio Serratosa, ha costado 100 millones de pesetas, mientras que la rehabilitación ha supuesto un coste adicional de otros 160 millones. Para abordarlo, Uteco ha tenido que vender por 70 millones un antiguo almacén de abonos que tenía cerca del Puerto de Valencia, y ha obtenido 78 millones del Plan Riva. Pero no ha sido suficiente, Uteco se ha visto obligada a pedir dos préstamos hipotecarios a sociedades de crédito agrario, que terminará de pagar el año 2012.
La finalización de las obras se celebrará hoy por todo lo alto con la inauguración de la nueva sede a cargo de la consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin.
El Palau dels Mercader es todo un símbolo de la pujanza y capacidad de transformación de la economía valenciana. Durante la Edad Moderna albergó una explotación de gusanos de seda en su antigua andana, mientras que hoy acoge la sede del cooperativismo agrario valenciano, cuyo máximo exponente económico es la producción citrícola. En cinco siglos, la casona medieval ha pasado de la seda a la naranja.
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