Los galeristas italianos lamentan el escaso apoyo oficial de su país

"El esfuerzo de promoción del arte contemporáneo italiano depende por completo del sector privado, prácticamente no tenemos ayudas de la Administración", afirma Lia Rumma, responsable de la galería que lleva su nombre con sedes en Nápoles y Roma. Es una de las 24 galerías italianas invitadas este año a la feria, que tiene a Italia como país protagonista. "El mercado hace dos o tres años que está funcionando, pero las instituciones y museos no hacen prácticamente nada para apoyar a los artistas jóvenes", confirma Cristina Lipanje, de la galería Lipanjepuntin Artecontemporanea, de Trieste. "El Estado hace muy poco, y además el IVA es el más alto de Europa, lo que pone en peligro el futuro del mercado", añade Giuliano Matricardi, de la galería romana Il Ponte Contemporanea.Prácticamente todos los galeristas italianos consultados coinciden en esta apreciación. Y no es un sistema de funcionamiento que les agrade, porque, aseguran, esto les obliga a hacer un esfuerzo mayor que a sus colegas de otros países, especialmente los británicos y franceses, que cuentan con organismos oficiales en su país -el British Council y la Asociación Francesa Acción Artística- que promocionan a sus artistas entre críticos, museos y comisarios internacionales. Los italianos, en este sentido, están un poco peor que los españoles, aunque allí el mercado y el coleccionismo son más fuertes.

Representación

Pese a todo, la mayoría de galeristas italianos que participan en la feria están contentos por los contactos realizados y, con variaciones según los casos, con el ritmo de las ventas. Aunque la oferta italiana no ha provocado muchas sorpresas, la mayoría de galeristas considera que la representación se corresponde con la situación real en Italia. "Está bastante equilibrado", afirma Matricardi, para quien el arte contemporáneo italiano se está centrando últimamente en los nuevos medios tecnológicos, aunque también hay otra tendencia que apuesta por la pintura de corte clasicista. "Estoy bastante de acuerdo con la selección", comenta Alessandro Rosada, de la galería Torbandena, de Trieste, que no participa en la selección realizada por el crítico Achille Bonito Oliva.

"Es una selección óptima, la mejor", afirma sin tapujos Lia Rumma, que está especialmente contenta con la abundante presencia de coleccionistas internacionales en la feria.

"Es una buena representación, pero creo que podría haber una apuesta un poco más contemporánea", señala Cristina Lipanje. "Este año en Italia ha pegado muy fuerte la fotografía, aunque también hay cosas muy buenas en instalaciones; menos en vídeo y en pintura, pueden encontrarse algunas cosas interesantes".