Unas 10.000 obras de 2.500 artistas se exponen en la feria Arco que se inaugura hoy La cita internacional de la creación plástica tiene este año a Italia como invitada especial

Arco abre hoy las puertas de su 19ª edición, con el arte italiano como invitado especial. La participación de 258 galerías de 28 países, con cerca de 10.000 obras expuestas, realizadas por 2.500 artistas, da cuenta del interés que puede despertar la feria de arte contemporáneo que se desarrolla cada año en el recinto ferial Juan Carlos I de Madrid. Esta cita profesional, en la que se muestran las creaciones plásticas más recientes, pone en contacto a directores y gestores de museos y centros de arte, galeristas, coleccionistas, artistas y críticos. Arco será inaugurada esta tarde por el Rey y permanecerá abierta hasta el 15 de febrero.

Hoy se inaugura la decimonovena edición de Arco, siendo quizá lo más relevante en el evento la propia cifra de años que subraya su continuidad contra viento y marea. ¡Casi 20 años! ¡Quién lo diría! Es verdad que Arco es prácticamente una feria estatal o estatalizada, pero, aun así, hay que celebrar la fe y el empuje de los implicados. Por lo demás, no hay mayores novedades que las anunciadas de ser este año el país protagonista invitado Italia, de la mano del permanentemente asistente Achille Bonito Oliva, y la ampliación del programa Invitational, causante quizá del estrechamiento de los pasillos en el nutrido recorrido ferial. Las instituciones también han ampliado sus hangares, destacando los del Consorci de Museos Valencianos -cuyo enorme pabellón deja un poco en ridículo al contiguo de Telefónica, con un robot que protesta por ello, y al de Madrid, que se salva del apuro con sus estrellas en relieve- y el de la Diputación de Álava, que, bajo la advocación de Remirada, forma un frente alargado interminable. La casa Renault presenta, por su parte, su nuevo prototipo Picasso, demostrando muy oportunamente que el arte marcha sobre ruedas.

Profesionalidad

Se nota un cada vez más profesional montaje y avituallamiento, que permitía contemplar ya ayer, martes, casi todo terminado. Inevitablemente hubo algún pequeño incidente, como el desmoronamiento de las obras colgadas en el pabellón de la galería valenciana de Luis Adelantado sobre el crítico Fernando Huici y el artista Andreu Alfaro, herido este último sin importancia en una mano; pero, al margen de esta anécdota, todo respiraba un clima de orden y buen concierto.

A estas alturas, no creo que haya que resaltar en el evento aspectos artísticos, siempre aleatorios en cualquier feria, y más en las periféricas, sino desear que la mayor parte de los participantes sean felices y les vaya bien. Es, no obstante, una lástima que nuevamente se hayan hecho arbitrarias exclusiones: en esta ocasión, por sórdidos motivos de rivalidad entre galerías, la de algunas firmas históricas, como las de Leandro Navarro y Juan Gris, u otras dignas, como las de Félix Gómez o Almirante, sobre todo cuando se anuncia la participación de 258 galerías de 28 países, cifras que, por una parte, ciertamente dicen poco, pero, por otra, más que suficiente al respecto.

Por último, en la misma original línea de siempre, que solapa lo ferial con actividades por completo ajenas al comercio artístico, la actual edición, batiendo todas las marcas anteriores, anuncia en sus mesas de debate la invitación de 91 participantes, cifra que amenaza la existencia de la Universidad Menéndez Pelayo.