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Haider acusa a la Unión Europea de violar el Tratado de Amsterdam

Amenazas, sospechas y todo tipo de improperios sustituyen al diálogo entre los dirigentes políticos austriacos, mientras continúan cada día las marchas de protesta contra la nueva coalición gubernamental, formada por ultraderechistas y democristianos. Las sanciones de la Unión Eruopea contra Austria son materia clave de disputas internas. El líder del Partido Liberal (FPÖ), Jörg Haider, acusó ayer a la Unión Europea de "violar el Tratado de Amsterdam" y sostuvo que existe, "sin base alguna", una "increíble campaña de difamación contra un partido político de éxito".

El populista insinuó ayer que todo esto es una venganza de los socialdemócratas por no haber recibido del FPÖ apoyo para formar un Gobierno de minoría y añadió que el líder socialdemócrata, Viktor Klima, le ofreció incluso integrar en su Gabinete socialdemócrata de dos a cuatro ministros derechistas. Klima rechazó esta afirmación y aseguró que no hizo más que conversar con todos los partidos parlamentarios sobre la selección de expertos independientes para poder constituir un Gabinete socialdemócrata de minoría. Por esta negativa, Haider se propone esta semana llevar a Klima ante los tribunales, acusado de delito de omisión. Klima aseguró que Haider es un "mentiroso" y Haider respondió que no le interesa ponerse a discutir "a nivel de conserjes con un excanciller frustrado". El jefe del Partido Socialdemócrata (SPÖ) asegura que tiene "la conciencia limpia", porque "no existe ninguna conjura mundial". Señaló que se sabía desde hace semanas que otros países reaccionarían con "irritación" al ascenso de la extrema derecha, pero dijo: "Ni yo mismo tenía conocimiento de sanciones de estas dimensiones". Quien tenía que prever el tremendo eco de la entrada del partido de Haider en el Gobierno es, según el Partido Verde, el ahora canciller Wolfgang Schüssel, jefe del Partido Popular (ÖVP), por haber sido ministro de Exteriores en el anterior Gobierno con los socialdemócratas. Por este motivo, está previsto que los verdes presenten hoy una moción de censura contra Schüssel en sesión parlamentaria extraordinaria. El portavoz de seguridad de los verdes, Peter Pilz, dijo que "es la primera vez que un canciller lleva a su país a la quiebra antes de prestar juramento".

En Viena y otras ciudades continúan a diario las manifestaciones de protesta, aunque ya sin altercados violentos. En la noche del domingo, entre 4.000 y 7.000 personas recorrieron desde el centro de Viena 20 kilómetros para congregarse delante de la sede de la televisión estatal. A su paso por las calles, había gente que les arrojaba claveles desde las ventanas, en señal de tímida solidaridad.

[Mientras, las sanciones anunciadas por la UE contra Austria en el caso de que el partido de Jörg Haider entrara en el Gobierno comenzaron a aplicarse ayer. El presidente de Portugal, Jorge Sampaio, anunció el aplazamiento de la visita oficial que tenía previsto realizar a Austria a comienzos de marzo. Sampaio telefoneó al presidente de austriaco, Thomas Klestil, y le comunicó que el aplazamiento de su visita era "inevitable", según informaciones de agencias. Romano Prodi, presidente de la Comisión, envió por fin su felicitación al nuevo Gobierno y expresó su confianza en que "persiga el compromiso de sus predecesores" en pro de la construcción europea, las libertades y los derechos fundamentales. La ministra belga de Trabajo, Laurette Onkelinx, anunció que considerará como "inexistente" a su homóloga austriaca, Elisabeth Sickl, perteneciente al partido de Haider, durante la reunión informal de ministros de la UE que se celebrará en Lisboa el próximo viernes. Onkelinx manifestó su rechazo a la invitación cursada por la presidencia portuguesa de la UE al Gobierno de Austria para participar en la reunión. Estas manifestaciones están en la línea de Martine Aubry, ministra francesa, quien advirtió ayer que actuaría como si el Gobierno de extrema derecha en Austria "no existiera"].

Más información en la página 36

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