Cedido a la Fundación Ortega el uso de la sede con el legado del filósofo
Aznar sella la firma del convenio con Cultura
Tras una larga batalla legal, la Fundación Ortega y Gasset y su Instituto Universitario podrán continuar en los más de 3.500 metros cuadrados de un conjunto arquitectónico de Madrid en cuyo edificio, proyectado en los años veinte por Carlos Arniches, está depositado el legado orteguiano. Al acuerdo se llegó ayer, en presencia de José María Aznar, con la firma de un convenio por el cual el Ministerio de Educación y Cultura se integra en el instituto, dedicado a la docencia e investigación en humanidades.
"Ha sido un acto de generosidad importante por parte del Gobierno, que pone fin a una complejísima batalla legal", declaró ayer Antonio Garrigues Walker, presidente de la Fundación José Ortega y Gasset, quien, sin embargo, no dejó pasar la ocasión para criticar la política "incorrecta" del Gobierno hacia las fundaciones y solicitar mejor trato fiscal para ellas.El origen del conflicto de la Fundación Ortega se remonta a 1924, cuando el Estado adquiere la finca al Instituto Internacional de Señoritas en España. Allí se instala la sede de la fundación, en la calle de Fortuny de Madrid, un edificio al que más tarde se le añaden otros dos para albergar el archivo del legado orteguiano, su biblioteca, que contiene alrededor de 50.000 volúmenes, y la Revista de Occidente. Un conjunto arquitectónico que fue declarado monumento histórico y bien cultural en los años 1994 y 1997.
Pero los antiguos propietarios reclamaron su devolución en 1985. Al final, el conflicto se resolvió cuando Patrimonio adquirió el año pasado el edificio, que quedó adscrito al Ministerio de Educación y Cultura.
De la Fundación Ortega y Gasset y su instituto, inspirados en el espíritu y talante abierto del autor de La rebelión de las masas, forman parte la Comunidad de Madrid, la Universidad Complutense (en cuyas aulas Ortega enseñó metafísica) y los herederos del escritor. Y, a partir de ayer, el Ministerio de Educación y Cultura.
Plan de estudios
Casi un centenar de asistentes, entre los que se encontraban la hija del pensador, Soledad Ortega Spottorno; Mariano Rajoy, Gustavo Villapalos, Rafael Puyol, Leopoldo Calvo Sotelo, Esperanza Aguirre, Miguel Ángel Cortés, Fernando Rodríguez Lafuente y Luis Racionero, entre otros, presenciaron el acto, en el que el presidente del Gobierno, José María Aznar, invocó la brillantez de Ortega ("sobresale como figura clave para entender nuestra historia") para hablar de España "sin afán de suscitar mayores cardiopatías", de la cuestión nacional, la unidad de España, la vigencia de la Constitución, lo inoportuno de su reforma... y para opinar que hoy Ortega "estaría a gusto en su patria".
Y, tras un discurso en su mayoría político, Aznar agradeció a la Fundación Ortega el resultado del encargo, en 1996, de elaborar un plan de estudios de historia para la enseñanza secundaria. "Vuestro centro creó un grupo de historiadores, académicos y profesores de intachable independencia y autoridad. Y ellos entregaron un plan de estudios absolutamente impecable, en el que, sin valoración ni sesgo de ninguna clase, se contenían todos los temas que un joven español de entre 12 y 16 años debería recibir sobre la historia de su propio país y del mundo".
El Instituto Universitario José Ortega y Gasset, creado en 1986, se dedica a la docencia para posgraduados y a la investigación de ciencias sociales y humanidades. A partir del convenio firmado ayer, el Ministerio de Educación promoverá normativas para el desarrollo de las actividades docentes e investigadoras de los funcionarios del instituto y también su adscripción a las universidades públicas.
Tras la firma del convenio, José María Aznar descubrió dos placas en recuerdo del arquitecto Estanislao Pérez Pita, que rehabilitó los edificios de la Fundación Ortega, y de su anterior presidente, Pere Duran Farrell.
Babelia
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