11 mujeres ocupan altos cargos en el Departamento de Estado de EEUU
Susan E. Rice, de 35 años, imprime nueva vida a la política africana de Clinton
Ninguna otra rama del Gobierno de Estados Unidos cuenta con tanta presencia de mujeres en puestos de dirección como el Departamento de Estado, el organismo encargado de elaborar y gestionar la política exterior, dirigido precisamente por una mujer. De 40 altos funcionarios, 11 son mujeres. Entre ellas destaca Susan E. Rice, de 35 años, responsable de Asuntos Africanos, que ha convertido su área en una de las más activas del departamento.
Es conocido que Madeleine Albright es la primera mujer que ostenta la Secretaría de Estado y la que más lejos ha llegado en la cúpula gubernamental de Washington. Pero se sabe menos que el nombramiento por Bill Clinton de Albright, en diciembre de 1996, ha abierto las puertas en el departamento de Estado a otras mujeres.Hay seis subsecretarios de Estado bajo el mando de Albright y de Strobe Talbott, vicesecretario de Estado, y tres de ellos son mujeres. Las tres fueron nombradas por Albright, que también ha promovido a otras tres mujeres como nuevas secretarias de Estado adjuntas.
En total, de los 40 principales altos funcionarios del Departamento de Estado, 11 son mujeres, una cifra no muy elevada pero nunca alcanzada hasta ahora. Entre todas ellas, destaca Susan Rice, encargada de Asuntos Africanos, a la que ultimamente varios diarios han dedicado encendidos elogios por haber imprimido un nuevo dinamismo y carácter a la presencia norteamericana en África.
Rice tomó posesión como máxima responsable del departamento de Asuntos Africanos en octubre de 1997. Antes había trabajado en la Casa Blanca como asistente especial del presidente para temas relacionados con el continente negro. Y antes de ocupar esta última posición había sido directora de Organizaciones Internacionales y Operaciones de Mantenimiento de Paz en el Consejo Nacional de Seguridad.
Como Clinton, Rice estudió en la universidad inglesa de Oxford gracias a una beca Rodhes. Allí obtuvo una licenciatura en Relaciones Internacionales. Casada y con un hijo de dos años, a sus 35 años se ha adaptado con facilidad al puesto de máxima responsable de la política africana en la Administración, pese a que la mayoría de los dirigentes africanos con los que trata son hombres lo bastante viejos como para ser sus abuelos. A diferencia de algunos de sus colegas diplomáticos, afirman sus defensores en Washington, "no tiene dudas a la hora de identificar quiénes son los malos en varios conflictos africanos". Rice, que viaja a los países subsaharianos con frecuencia, comparte la línea de Madeleine Albright, caracterizada por una mayor combatividad a la hora de tratar con regímenes acusados de violaciones de los derechos humanos.
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