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La fiscalía de Bonn investigará a Helmut Kohl por financiación ilegal de la CDU

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Helmut Kohl, canciller alemán entre 1982 y 1998, será investigado judicialmente por malversación de fondos en perjuicio de su partido, la Unión Cristiana Democrática (CDU). La fiscalía de Bonn así lo notificó ayer al Bundestag, la Cámara baja del Parlamento, que tiene de plazo hasta mañana para objetar la apertura de un sumario que se centra, como se preveía, en el cargo de financiación ilegal de la CDU. Uno de los miembros de la comisión encargada de velar sobre la inmunidad parlamentaria ha adelantado ya que se dará curso a la solicitud de los fiscales

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El maletín del millón de marcos

Los fiscales, sin embargo, no ven motivo alguno para abrir una investigación sobre blanqueo de dinero, fraude y perjurio, tal como se solicitaba en varias de las 14 demandas judiciales recibidas. En un breve comunicado dado a conocer ayer, la fiscalía de Bonn afirma que existe una "sospecha inicial" de que el ex canciller democristiano haya incurrido en malversación de fondos, al haber aceptado, como él mismo ha admitido en una entrevista televisiva, al menos dos millones de marcos (170 millones de pesetas) en donaciones ilegales entre 1993 y 1998.Según la legislación alemana, los partidos tienen que informar al Parlamento de las donaciones que reciben, lo que no sucedió en este caso.

Para decidir la apertura del sumario, la fiscalía examinó la avalancha de informaciones periodísticas sobre la contabilidad paralela que mantenía la CDU en los años noventa (y "sobre todo", las declaraciones del mismo Kohl a los medios), al igual que documentos remitidos por los abogados defensores del ex canciller y la fiscalía de Augsburgo, que investiga la entrega de un millón de marcos al tesorero de la CDU por un traficante de armas, en 1991.

La inminente apertura del sumario fue notificada ayer al presidente del Bundestag, la Cámara baja del Parlamento, el socialdemócrata Wolfgang Thierse, quien a su vez la comunicó a la comisión encargada de velar sobre la inmunidad parlamentaria, que ahora cuenta con 48 horas para objetar el procedimiento. No obstante, un integrante de esta comisión anunció ayer que, como en otros casos, la apertura del sumario será autorizada sin objeción alguna, con lo que la investigación podría iniciarse el lunes, tal como prevé la misma fiscalía de Bonn.

Benefactores anónimos

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Un portavoz de esta entidad fue explícito en señalar que la apertura del sumario no implica ninguna afirmación de culpabilidad. Tan sólo en el eventual caso de que, al término de la investigación, se eleve una acusación formal, el pleno del Bundestag tendría que decidir si levanta la inmunidad parlamentaria del ex canciller. A través de un portavoz, Kohl expresó ayer su "confianza" en la labor de la fiscalía y prometió "apoyar" la investigación con todos los medios a su alcance.

Una de las preguntas más acuciantes a las que se verá enfrentado el ex canciller tanto ante la fiscalía de Bonn como en una comisión de investigación parlamentaria de reciente creación será la de quiénes fueron aquellos anónimos benefactores que entregaban en efectivo sus donaciones al mismísimo canciller. Hasta ahora, Kohl no ha querido revelar su identidad; y, en este punto, se sabe respaldado por un 58% de los alemanes, que, según una encuesta, rechazan que rompa su palabra de honor.

Otra cosa es lo que piensa la secretaria general de la CDU, Angela Merkel, que ayer volvió a instar al canciller a que revele estos nombres. En este sentido se ha pronunciado también el actual presidente del partido, Wolfgang Schäuble, quien ayer se mostró esperanzado de que "la investigación judicial se concluya de manera rápida y expedita". La CDU se enfrenta a dos citas electorales cruciales el próximo año, en los Estados federados de Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia, y teme perder votos si la polémica de las donaciones se prolonga.

No es la primera vez que Helmut Kohl se topa con la fiscalía de Bonn. Ya en 1986 ésta había abierto un sumario por falso testimonio del entonces canciller respecto a las millonarias donaciones recibidas por la CDU y el partido liberal del consorcio industrial Flick. Aunque la investigación contra Kohl fue archivada dos meses después, el escándalo Flick sacudió los cimientos del sistema político alemán y a la postre condujo a una reforma de la legislación sobre la financiación de los partidos.

Varios analistas e incluso correligionarios de Kohl se han mostrado extrañados de que el ex canciller volviera a aceptar donaciones ilegales poco después de que se zanjara este escándalo. Según Helmut Kohl, el dinero se destinó a apoyar las estructuras partidistas de la CDU en el este de Alemania.

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