_
_
_
_
_

El Gobierno indio inicia las negociaciones en suelo afgano con los secuestradores del Airbus

El Gobierno indio, a través de una delegación de 12 personas que llegó ayer a Kandahar, al sur de Afganistán, ha iniciado negociaciones (mediante la radio de la torre de control) con los cinco secuestradores del Airbus 300 que, desde la mañana de Nochebuena mantienen retenidos a 160 ocupantes, cuatro de ellos españoles. "Estamos seguros de que lograremos el regreso [de los pasajeros] hacia sus países; somos optimistas en este punto", aseguró en Nueva Delhi el ministro indio de Asuntos Parlamentarios, Pramod Mahajan. Pero las informaciones procedentes de Kandahar no le apoyan.

Más información
Matutes pide un mayor esfuerzo a India para salvar a los rehenes

Los piratas aéreos comienzan a dar síntomas de cierto nerviosismo. Ayer se declararon dispuestos a iniciar la ejecución selectiva de pasajeros para forzar una solución negociada. Para los secuestradores, las condiciones se mantienen invariables: puesta en libertad de Masud Azhar, un extremista islámico paquistaní favorable a la independencia de Cachemira, y que se encuentra en una prisión india desde 1994.El Gobierno afgano de los talibán, que se juega en esta crisis gran parte de su deteriorada imagen internacional (acusados por Estados Unidos de apoyar el terrorismo islámico), replicaron rápido. Si los secuestradores cumplen su amenaza, sus tropas tomarán de inmediato el avión por la fuerza, advirtió el ministro afgano de Exteriores, Abdul Wakil Muttawakil.

El Gobierno indio ha entrado en escena tras casi cuatro días de pesadilla con una nutrida delegación en Kandahar. Son los encargados de negociar con los piratas, pero se supone que su margen de maniobra (ceder, por ejemplo, en la petición sobre la liberación de Azhar) es muy estrecho. En Nueva Delhi, el punto de destino del Airbus 300 de Indian Airlines, donde se concentran la mayoría de los familiares, se respira tensión. La mayoría de estas personas, desesperadas por la prolongación del secuestro y la ausencia de avances significativos, iniciaron ayer una protesta en la que denunciaban la pasividad gubernamental y que degeneró después en batalla campal con la policía antidisturbios.

Las palabras optimistas pronunciadas por el ministro indio de Asuntos Parlamentarios parecen más destinadas al consumo interno que un reflejo exacto de la realidad. Mahajan informó ayer en Nueva Delhi de que el primer ministro indio, Atal Behari Vajpayee, estaba reunido con sus ministros de Interior y Exteriores, evaluando la crisis. La agencia oficial, que cita "altas fuentes oficiales", aseguró que Nueva Delhi descarta por completo una eventual implicación de los talibán en el secuestro, pero no la de Pakistán, país que apoya a los independentistas cachemires. Éste es uno de los temores esenciales, expresado en el primer día de secuestro por un portavoz del Gobierno estadounidense: que el caso del Airbus derive en otro encontronazo entre indios y paquistaníes, dos potencias regionales nucleares que comparten problemas fronterizos.

India ha despejado sus sospechas sobre los talibán, debido al modo en que éstos se han conducido en la crisis.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

A pesar del inicio de las negociaciones, nada se sabe de su contenido, y si los piratas aéreos están dispuestos a explorar una salida del secuestro diferente a sus demandas políticas. Caída la noche sobre Kandahar, no hay otra solución que la espera.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_