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Reportaje:

Cita en Alhucemas

Al margen de la cooperación entre administraciones, muy activa desde hace algunos años, diferentes movimientos sociales de Andalucía y el norte de Marruecos han comenzado a tejer su propia red de colaboración. Un empeño nada fácil, sobre todo para las organizaciones no gubernamentales del país vecino, donde este tipo de colectivos aún tienen muy limitada su libertad de acción. En Marruecos, explica Juan Clavero, representante de Ecologistas en Acción, "se está viviendo ahora un fenómeno similar al de la transición española: todavía no existe plena libertad de asociación, pero lo cierto es que ya hay un buen número de asociaciones que trabajan abiertamente y son muy activas".La idea de sumar esfuerzos a ambos lados del Estrecho surgió en 1998, cuando algunos colectivos de derechos humanos y solidaridad de la provincia de Cádiz contactaron con sus homólogos en Marruecos y celebraron con ellos algunas reuniones. Al último de estos encuentros, que tuvo lugar a primeros de diciembre en la ciudad marroquí de Alhucemas, acudieron más de 300 personas, e incorporó, entre otras actividades, un Taller de Medio Ambiente. "Allí nos encontramos con ecologistas de la propia Alhucemas y también de Larache, Tánger, Tetuán, Xauen o Ketama, y pudimos debatir los problemas que tenemos en común, que son muchos, aunque se manifiestan con distinta intensidad en una u otra orilla", precisa Clavero, uno de los coordinadores de este taller.

La deforestación es, sin duda, la principal amenaza a la que se enfrenta todo el Rif. En la zona oriental, la más árida, prácticamente ha desaparecido la vegetación. La agricultura y el intenso pastoreo han arrasado los primitivos bosques de arar o tuya de Berbería. En la zona central, la de Ketama, ha ocurrido algo similar, aunque en este caso los bosques característicos estaban compuestos por alcornoques, melojos y cedros.

En el entorno de Xauen, con paisajes similares a los que se encuentran en la gaditana sierra de Grazalema, la mayor abundancia de precipitaciones ha servido para mantener importantes bosques de encinas, quejigos y pinsapos, aunque también la presión agrícola es muy intensa en esta zona. "En total", resume Clavero, "en todo el Rif no debe quedar ni un 1% de terreno arbolado".

La basura urbana, que se apila en cualquier sitio con los consiguientes riesgos sanitarios, constituye otro problema de envergadura. Los municipios que la recogen suelen depositarla en vertederos incontrolados o, como ocurre en Alhucemas, la arrojan directamente al mar. La Agencia Española de Cooperación Internacional financió el sellado del vertedero de Tetuán, una obra que no fue ejecutada de forma correcta, de tal manera que las lluvias han vuelto a dejar los residuos al descubierto. El reciclaje y la recogida selectiva son tareas desconocidas para la administración marroquí.

En todo el Rif no existe ni una sola depuradora de aguas residuales. Los pueblos del interior, como Xauen o Tetuán, vierten sus residuos directamente a los cauces. Tánger y Alhucemas los arrojan a las playas, algo inconcebible en ciudades que tratan de potenciar su industria turística.

Por último, los asistentes al encuentro manifestaron su preocupación por el mantenimiento de los recursos pesqueros. Para los barcos marroquíes no existen paradas biológicas ni control alguno sobre los diferentes sistemas de pesca, de tal manera que las capturas de inmaduros son muy elevadas.

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Los ecologistas andaluces se han ofrecido a colaborar en el desarrollo de actuaciones que sirvan para corregir algunos de estos problemas, y también para ejercer un cierto control social sobre la cooperación institucional que, hasta ahora, se ha desarrollado al margen de estos colectivos. El encuentro de Alhucemas ha servido, asimismo, para establecer vías de comunicación permanentes. El próximo año está prevista una nueva reunión, que posiblemente se celebre en Málaga o Granada.

Comentarios y sugerencias a propósito de Crónica en verde pueden remitirse al e-mail: sandoval@arrakis.es Sevilla J. M. M

Interés oficial

El interés de la Junta por los proyectos de cooperación con Marruecos se ha trasladado a todas las consejerías. La de Medio Ambiente viene ejecutando diferentes proyectos desde hace algún tiempo, algunos en manos de técnicos de este organismo y otros derivados a organizaciones no gubernamentales que reciben las correspondientes subvenciones para llevarlos a cabo.Este año, por ejemplo, se inició el Plan Director de Lucha contra Incendios Forestales en el Rif, al que el Gobierno andaluz ha destinado cerca de 64 millones de pesetas. Diseñado a imagen y semejanza del Infoca, el plan está ya operativo en las provincias de Tánger, Tetuán, Larache y Chefchaouen, abarcando una superficie de 350.000 hectáreas. Especialistas de Medio Ambiente se han ocupado de formar a los técnicos marroquíes.

En el macizo de Talassemtane, en el Rif occidental, se localiza otro de los proyectos de cooperación en los que interviene la Junta. En este caso se trata de establecer las bases para la creación y gestión de un parque nacional, que abarcará alrededor de 60.000 hectáreas. Aún persisten en esta zona importantes masas de encinas, alcornoques, pinsapos, pinos y cedros, aunque amenazados por las prácticas agrícolas y las talas con las que los vecinos del entorno se abastecen de leña. En Talassemtane encuentran refugio 37 especies de mamíferos, como el mono del Rif o el chacal.

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