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La Marina fracasa en su intento de drenar el vertido del buque 'Erika'

El petróleo es tan viscoso que tapona los tubos de los aspiradores

Pese a lo moderado de los vientos que soplan al sur de Finisterre, la Marina francesa fracasó ayer en su intento de acotar la marea negra procedente de petrolero Erika, partido en dos y hundido en esas aguas. La marejada, con olas de 1,5 metros, hizo inútiles los esfuerzos por cercar con barreras flotantes las masas de petróleo fragmentadas que marchan a la deriva en dirección al sur. Tampoco los intentos de aspirar el petróleo dieron resultado.

El comisario general del Estado para la intervención en la mar, Yves Merle, reconoció que los trabajos han resultado un completo fracaso, ya que el petróleo del transporte italiano de bandera maltesa, sumamente viscoso, tapona inmediatamente las tubos de aspiración de los remolcadores Le Buffle y L'Ailette.Las embarcaciones de la Marina sólo han podido recoger unos kilos de las 10.000 o 12.000 toneladas que han sido ya vertidas al mar. Visto el resultado, L'Aliette ha puesto rumbo al puerto de Lorient para procurarse tubos aspiradores de mayor capacidad y potencia. A la zona se dirigen otros dos navíos franceses, el Rari y el Alcyon, así como el británico British Shield, y otros barcos desplegados por Noruega , Alemania y Holanda. Pese a que la marea negra amenaza también a la costa española, y pese a que el Gobierno francés ha anunciado su intención de solicitar la colaboración de todos los países vecinos, incluyendo a España, el Ejecutivo de Madrid no ha enviado todavía ninguna embarcación. Según portavoces del Ministerio de Fomento, las autoridades españolas están a la espera de que Bruselas les dé instrucciones a ese respecto.

La firma que fletó el Erika, TotalFina, será citada como testigo, y tal vez imputada, en las acciones judiciales por el vertido, según admitió un portavoz de la petrolera franco-belga.

El tiempo apremia, porque las primeras masas contaminantes podrían alcanzar la costa a mediados de la semana que viene. El crudo se situaba anoche a unos 60 kilómetros al sur del Belle-Ile-en-Mer y a 90 kilómetros de la Isla de Yeu. La marea negra parece dirigirse hacia el área formada entre la isla de Yeu y la costa española.

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