Los parlamentarios pagarán a Hacienda desde el próximo año por las dietas que no declaraban

Las dietas que hasta ahora cobraban los parlamentarios vascos por sus viajes y estancias tributarán por primera vez a las haciendas forales a partir del próximo año. Todos los partidos, menos EH, que se abstuvo por una cuestión formal, aprobaron ayer la propuesta. Esta decisión pone fin a la polémica que mantenía bloqueada la ponencia encargada de elaborar el Estatuto del Político Vasco. Las dietas se incorporarán al sueldo base de los diputados como retribuciones ordinarias, lo que permitirá que coticen tanto a Hacienda como a la Seguridad Social.

Las retribuciones de los parlamentarios están compuestas en la actualidad por tres conceptos: el salario de 4,4 millones de pesetas anuales; las dietas, que van desde los 1,3 millones de los diputados alaveses a los 2,3 de un electo guipuzcoano, pasando por los 2 millones de uno vizcaíno, y los gastos de locomoción, que suman 685.000 pesetas anuales para todos, aunque residan en Vitoria, sede de la Cámara. El salario se entrega con las consiguientes deducciones fiscales, pero las dietas y los gastos de desplazamiento no cotizaban hasta ahora.Las haciendas forales han reiterado que las aportaciones económicas procedentes de las dietas forman parte de los rendimientos de trabajo y que, por lo tanto, deben deducirse el IRPF y la Seguridad Social. La misma teoría que sostiene el Tribunal Vasco de Cuentas.

La ponencia que debe elaborar el Estatuto del Político Vasco ha tenido en las dietas su principal caballo de batalla. Cuando en julio de 1996 parecía que se iba a cerrar un acuerdo e incluir estos gastos en el salario, la interpretación de que con esta medida los parlamentarios querían subirse hasta un 30% el sueldo paralizó la iniciativa debido al escándalo social que levantó. Tres años después, los grupos han decidido corregir la irregularidad que supone no declarar las dietas y las han incluido en el salario.

Director general

La fórmula adoptada ha sido la equiparación del sueldo de diputado con el de un director general del Gobierno. De este modo se evita que, al empezar a cotizar ahora por las dietas, los parlamentarios salieran finalmente perdiendo. Esto habría ocurrido de haberse procedido a la suma de las cantidades porque sus perceptores habrían avanzado varios tramos en la tabla de retenciones del IRPF y éstas se les habrían disparado.

Así, la retribución de los parlamentarios alcanzará el próximo año los 8,6 millones de pesetas brutas. Sin embargo, esta aparente subida de sus emolumentos no supondrá en la práctica ningún aumento de los salarios que perciben ahora. Simbólicamente cobrarán mil pesetas más al mes por tratarse de cargos elegidos por el pueblo, a diferencia de los directores, que son cargos de designación.

El presidente de la Cámara cobrará 12,1 millones brutos anuales (igual que un vicelehendakari); los dos vicepresidentes y los dos secretarios de la Mesa del Parlamento y los portavoces de los grupos percibirán 10,2 millones (sueldo similar al de un viceconsejero). A diferencia de lo acordado para los parlamentarios, las retribuciones de los miembros de la Mesa se acogerán a un régimen transitorio en esta legislatura. Se congelarán durante los próximos tres años y se atendrán, a partir del año 2003, a lo que para estos cargos establezca el Estatuto del Político Vasco.

Además, a partir del próximo año los gastos de locomoción ya no serán uniformes: los parlamentarios alaveses recibirán 459.000 pesetas anuales, los guipuzcoanos, 740.000 y los vizcaínos, 675.000 pesetas.

Todas las resoluciones fueron adoptadas ayer en el seno de la Comisión de Urgencia Legislativa del Parlamento y suponen la novedad más trascendente de los Presupuestos del Parlamento para el próximo año. Los partidos aprobaron una enmienda al anteproyecto de Presupuestos de Euskadi para el año entrante, que en estos momentos se encuentra en plena tramitación parlamentaria. EH se abstuvo por entender que la modificación de las dietas debía incluirse en el futuro Estatuto del Político Vasco y no como una reforma presupuestaria.

El presupuesto del Parlamento para el ejercicio entrante superará los 4.000 millones de pesetas, de los que 1.222 millones se destinarán a inversiones: modernizar las infraestructuras tecnológicas de la Cámara, concluir las obras de la nueva sede y remodelar la actual para mejorar las salas de comisiones. El presupuesto se completa con la transferencia a la Oficina del Ararteko, cuyas cuentas para el próximo año llegarán a los 403 millones de pesetas.