Una vida entre la literatura y la política

En la vida de Jorge Edwards, la política y la literatura han ido de la mano. Diplomático de carrera, ejerció desde 1957 diversos cargos en las embajadas chilenas en Lima; París, entre 1970 y 1973, y La Habana. En la capital cubana sostuvo un agrio enfrentamiento con Fidel Castro, tras denunciar con ironía en unas memorias noveladas los fallos que veía en la revolución cubana, en una época en que la intelectualidad de izquierda aplaudía los logros del régimen. Fue desposeído de su cargo en Cuba por el general Augusto Pinochet, después del golpe de Estado contra Salvador Allende. Edwards criticó la acción militar, como antes había señalado los peligros del sistema anterior que llevó a Chile a una difícil situación económica. En su libro autobiográfico Persona non grata (1973. Tusquets, 1991), censurado en Chile y Cuba, escribe extensamente sobre los 100 días en los que ejerció su cargo en la isla.Edwards se exilió en Barcelona y en 1977 gana el premio de ensayo Mundo por Desde la cola del dragón (Dopesa). No tarda en volver a Chile y en 1978 regresa a su país; vuelve al ejercicio diplomático en 1994 al ser nombrado embajador de Chile ante la Unesco, en París. Edwards contribuyó a la formación de la Sociedad de Escritores de Chile, la Comisión de Defensa de la Libertad de Expresión, y en 1982 ingresó como miembro de la Real Academia de la Lengua de Chile. En 1988 se incorporó al Comité de Elecciones Libres en Chile.

Entre sus obras destacan El peso de la noche (1965. Bruguera, 1981), Las máscaras (1967. Bruguera, 1981), Los convidados de piedra (1978. Círculo de Lectores, 1993), El museo de cera (1981. Tusquets, 1997), La mujer imaginaria (Plaza & Janés, 1985) y El anfitrión (1987. Alfaguara, 1997).

Edwards ha publicado varios libros de cuentos. El primero fue El patio (1952) y el último de ellos es un conjunto de relatos eróticos, Fantasma de carne y hueso (Tusquets, 1992), además de la recopilación Cuentos completos (Plaza & Janés, 1990). Obtuvo en 1990 el Premio Comillas de biografía por su libro Adiós, poeta (Tusquets), sus memorias sobre Pablo Neruda cuando ambos estaban destinados como diplomáticos en París. En 1994 recibe el Premio Nacional de Literatura de Chile.

Colaborador habitual en prensa -en España publica en EL PAÍS-, Edwards editó en 1994 un libro que recogía algunas de esas crónicas titulado El whisky de los poetas (Alfaguara, 1997). En 1996 se publicó su novela El origen del mundo (Tusquets), sobre un grupo de exiliados chilenos en París, y actualmente trabaja en El sueño de la historia, una novela histórica que retrata Santiago de Chile a través de su arquitectura.