_
_
_
_

Blair califica de "error mayúsculo" el embargo francés al vacuno y reclama un castigo judicial

El comisario europeo de Salud considera una "violación de ley" la decisión de París

Isabel Ferrer

Cogido por sorpresa por la decisión de Francia de mantener en solitario el veto a la carne de vacuno británico, el Gobierno del Reino Unido pidió ayer a la Comisión Europea que lleve a los tribunales al Gobierno francés. "Ha sido un error mayúsculo, dijo el primer ministro británico, Tony Blair, a punto de salir para Helsinki, donde pensaba aprovechar la cumbre comunitaria para pedirle explicaciones a su homólogo francés, Lionel Jospin. "Tenemos a Europa, la ley y la ciencia de nuestra parte", añadió Nick Brown, responsable laborista de Agricultura, abanderado de una fallida diplomacia cárnica que ahora ha cambiado por la exigencia a Bruselas de que resuelva esta nueva crisis de la vacas locas por vía judicial urgente.

Más información
Cambio en Alemania
Jospin: "No me inquieta la reacción británica"

Con los nervios a flor de piel, Brown aseguró por la mañana ante la Cámara de los Comunes que la decisión de Francia es ilegal y debe caer sobre ella el peso de las normas comunitarias. "Hemos hecho todo lo posible por resolver este embrollo. Sólo nos queda exigir a la Comisión Europea que demande a nuestros vecinos y acelere la vía judicial. Cualquier nuevo retraso minará todavía más la credibilidad de la UE", dijo. Los murmullos de aprobación de sus filas no pudieron acallar las críticas de la oposición conservadora, partidaria de haber llevado mucho antes a Francia ante los tribunales. "La reacción llega con tres meses de retraso. Y encima tendremos que ver a Tony Blair hablando de vacas en Helsinki", lamentó Tim Yeo, portavor tory de Agricultura.El ministro Brown trató de mostrarse firme en su alocución parlamentaria, pero el Gobierno británico sabe que la apertura de un expediente de infracción por parte de la Comisión Europea a Francia es un procedimiento lento. Si París sigue rechazando dentro de cinco días la importación de vacuno del Reino Unido, la Comisión le remitirá una notificación formal anunciándole que está dispuesta a llevarla ante el Tribunal Europeo de Justicia, con sede en Luxemburgo. Una vez allí, el ritmo cambia. El caso no es el único presentado ante sus jueces y puede tardar entre dos y tres años en quedar resuelto.

París, que se arriesga a ser multada si persiste en su postura, cree que obra adecuadamente. Como el periodo medio de incubación de la encefelopatía espongiforme bovina (EEB) en las reses es de cinco años, y Londres no admitió hasta 1996 el posible contagio humano, los científicos galos sostienen que la ternera no podrá comerse con tranquilidad por lo menos hasta el año 2001. En su opinión, las verdaderas normas de higiene no fueron impuestas en los mataderos hasta hace un quinquenio.

David Byrne, comisario europeo para la Salud y la Defensa del Consumidor, calificó la decisión francesa de violación de ley y señaló que sólo siembra mayor confusión aún entre los ciudadanos. El Reino Unido sabe que un consumidor inseguro rechaza los productos que no le ofrecen garantías, y dicha actitud puede llevar de nuevo a la industria cárnica británica a la ruina. "Incluso si ganamos el caso dentro de un par de años, será muy difícil recuperar nuestros mercados externos. Parece mentira que Francia siga siendo miembro de la UE, después de lo que ha hecho", dijo Ben Gill, presidente de la Unión de Ganaderos Británicos, quien pidió a sus compatriotas que rechazaran "más que nunca" los productos franceses.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_