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Los ecologistas de Girona advierten de que eliminar el exceso de nitratos en las aguas costará décadas

Las asociaciones ecologistas de las comarcas de Girona, donde la Generalitat tiene registrados 58 municipios vulnerables a la contaminación por nitratos provenientes del exceso de purines, advierten de que las sustancias contaminantes de los acuíferos pueden persistir durante décadas y mantienen que evitar males irreparables exige un replanteamiento de la política agraria.La Generalitat ya ha anunciado que piensa impulsar, como medida urgente, una serie de convenios entre administraciones para poner en marcha plantas de tratamientos de purines.

La alarma social levantada por un informe de la asociación Grup de Defensa del Ter, en el que se demostraba con datos analíticos la contaminación causada po r los purines en el agua potable de diversos municipios del Baix Empordà, ha hecho que todos los partidos de la oposición al Gobierno de la Generalitat hayan exigido medidas urgentes a la Administración autonómica, que mantiene paralizada la demanda de la Unión Europea de aplicar un código de buenas prácticas agrícolas.Según cálculos elaborados por el profesor de la Escuela Superior de Agricultura de Barcelona, Jordi Comas, en las comarcas de Girona se produce un exceso de purines de 1.100 toneladas por año. Estas cifras se han obtenido multiplicando el número de cerdos de cada comarca por los litros de purines que produce cada uno de los animales.

En algunas de las comarcas de Girona, el excedente obtenido no puede ser absorbido por los campos de cultivo. En la comarca del Alt Empordà se ha contabilizado un exceso de purines de unas 700 toneladas anuales y en el Gironès la cifra es de unas 400 toneladas.

Diseminar las granjas

Según Comas, la solución sería evitar la concentración de las granjas porcinas en determinadas áreas, aspecto que repercutiría en una mejor distribución de sus residuos por el territorio. Los sectores más críticos con la política del Departamento de Agricultura de la Generalitat le echan en cara que no haya puesto coto a las granjas.

Los grupos ecologistas sostienen que la población y los alcaldes sólo han tomado conciencia de la necesidad de limitar el número de granjas cuando el problema ha llegado a su casa y se han dado cuenta de que el agua de su grifo está contaminada por nitratos.

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En los últimos meses se han llevado a cabo reuniones de vecinos de poblaciones afectadas por la contaminación de las aguas, e intentan coordinarse en foros en los que se debaten posibles soluciones. En este movimiento participan asociaciones, entidades ecologistas, partidos políticos y representantes de las administraciones.

Entre los municipios que tienen algunos de sus acuíferos con concentraciones de nitratos que rondan los 50 miligramos por litro, cifra que la Organización Mundial de la Salud establece como límite para el consumo humano, se encuentran 26 poblaciones del Alt Empordà, 17 del Baix Empordà, 10 del Gironès y 5 del Pla de l"Estany.

Las asociaciones ecologistas GDT, ANG, LIMNOS y IAEDEN recuerdan también que el reciente informe Geo 2000 de las Naciones Unidas advierte de que la excesiva fertilización de los suelos con nitrógeno constituye uno de los "experimentos" que se están realizando en el planeta con un impacto más imprevisible. Desde la década de los sesenta se ha quintuplicado el uso mundial de fertilizantes químicos, lo que puede tener graves repercusiones. En estos momentos el consumo de fertilizantes se sitúa en torno a 80 millones de toneladas anuales.

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