Los radiólogos muestran su "total oposición" a la privatización de la resonancia en hospitales públicos
Los especialistas en radiología no están dispuestos a que la red pública siga huérfana en resonancias magnéticas. Un total de 166 de los 200 facultativos en diagnóstico por imagen de los hospitales del Servei Valencià de Salut (SVS) muestran su "total oposición" a la instalación de equipos privados de resonancia en los centros donde trabajan y piden la "urgente instalación" de equipos públicos. En un documento dirigido al consejero de Sanidad, José Emilio Cervera, subrayan la capacidad del personal del SVS para "utilizar y rentabilizar adecuadamente los equipos públicos".
"No comprendemos los motivos subyacentes y creemos que nunca se han explicado convincentemente". En un escrito dirigido a Cervera, y suscrito por la la gran mayoría de los radiólogos de los centros públicos, los facultativos cuestionan abiertamente la intención hecha publica por el consejero de Sanidad de instalar equipos de resonancia privada en los hospitales públicos. De un lado destacan la pobre situación de la Comunidad en equipos de resonancias magnéticas públicas -uno solo de 11 años de antiguedad en el Hospital Doctor Peset de Valencia-, que denominan "unica excepción en España". Frente al desarrollo tecnológico en el territorio Insalud y en las autonomías que cuentan con las competencias de Sanidad transferidas y sus "años de adelanto tecnológico en equipamiento público", los radiólogos que trabajan en los hospitales valencianos denuncian la escasez de equipos de alta tecnología en los centros donde trabajan por lo que piden la urgente instalación de equipos públicos". "Llevamos mucho tiempo esperando", se lamentan.
Para los especialistas, la decisión de la consejería corta de raíz el acceso a la técnica más avanzada de la radiología y cede definitivamente este campo a la esfera privada. Pero no es éste el único inconveniente que destacan. Subrayan los problemas que se pueden derivar de desgajar de un servicio, la radiología, una única especialidad, y la falta de coordinación que puede provocar esta decisión. La privatización no comporta únicamente la instalación de equipos no públicos. Estas unidades de resonancia irán acompañadas de personal médico y auxiliar también privado que tendrán que convivir con el personal del Servei Valencià de Salut. Otro de los inconvenientes de la medida radica en el aumento de costes. Especialistas consultados destacan que en países donde se ha privatizado esta especialidad, las peticiones de radiografías injustificadas crecen notablemente, repercutiendo de forma directa en un aumento de gasto.
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