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Supermercados financieros

Joaquín Estefanía

Que un cliente, al mismo tiempo que pide un crédito al consumo pueda obtener una hipoteca, comprar acciones, firmar un seguro de vida o suscribir planes de pensiones. Este objetivo, que nos es tan familiar a los europeos, lo podrán practicar a partir de ahora los ciudadanos estadounidenses interesados en los servicios financieros con la derogación de la Ley Glass-Steagall, vigente desde el año 1933. Se trata de tener la posibilidad de crear grandes supermercados financieros, desregulando la estricta separación de funciones que afectaba a los bancos comerciales, de inversión, aseguradoras, etcétera.Nos parezca sorprendente o no, los avanzados EEUU tenían prohibida por ley la banca universal, de forma que a un banco no se le permitía entrar de modo simultáneo en los negocios de los seguros o de las bolsas de valores. El acuerdo al que han llegado Clinton y el Congreso para liberalizar el sector financiero americano (que deberá ser oficializado con una norma legal) constituye una de las noticias económicas más importantes del año, en sí misma y por la escalada de fusiones y adquisiciones a las que puede dar lugar. El presidente del Comité Bancario del Senado, Phil Gramm, declaró, al conocer el acuerdo, que se trata de "la legislación bancaria más importante lograda en 60 años". A partir de ahora, por ejemplo, las firmas de valores y las aseguradoras podrán comprar bancos; los bancos entrarán en el negocio de los seguros y valores; los reguladores bancarios no podrán discriminar a las aseguradoras; las leyes no podrán impedir a las aseguradoras que quieran salir a Bolsa localizarse en un Estado u otro...

La necesidad de acabar con esta regulación, digna de otros tiempos, se hizo urgente el pasado año, cuando se fusionaron el Citibank, Travelers y Smith Barney en un conglomerado denominado Citigroup (que acaba de fichar a Robert Rubin, ex secretario del Tesoro con Clinton, como presidente del comité ejecutivo del consejo de administración. Rubin coincidirá allí con otra figura mítica de las finanzas: John Reed). Citigroup, un supermercado que vende banca de inversión, comercial y seguros, no hubiera podido desplegarse con toda su potencialidad si la Ley Glass-Steagall (conocida como Banking Act) hubiera continuado vigente.

La ley en cuestión era una reminiscencia de la Gran Depresión y su autor intelectual fue el presidente Franklin Delano Roosevelt, dentro del paquete de medidas del New Deal. Los ejes principales del primer programa de recuperación del New Deal, cuyo objetivo era salvar al capitalismo americano de la quiebra, eran los siguientes: la Ley Nacional de Recuperación Industrial, un intento de planificación conjunta del Gobierno y la industria con el fin de estabilizar los precios y restringir la libre competencia; la Ley de Ajuste Agrícola, que intentó elevar los precios agrícolas recortando la producción (lo que un historiador denominó "escasez organizada en acción"), y la Ley Glass-Steagall, que prohibió a los bancos comerciales participar en negocios de inversión, restringió el uso especulativo de los créditos, creó la Sociedad Federal de Seguros sobre Depósitos Bancarios con el fin de garantizar los depósitos individuales, etcétera. La Glass-Steagall fue una norma defensiva frente a una crisis financiera que llevó a la quiebra a centenares de bancos. Esta legislación dividió, entre otras instituciones, a la poderosa casa Morgan.

Cuando se apruebe de modo definitivo la Ley de Modernización de los Servicios Bancarios de 1999 se habrá actualizado el sector financiero de Estados Unidos y se le habrá dotado de herramientas para hacer frente a la era de la globalización, muy distinta de la existente después del crash de 1929, del que hace dos semanas se cumplió el setenta aniversario. Desde ese momento será más fácil que los bancos europeos o japoneses puedan tener una presencia más normalizada en EE UU. Y, si los pronósticos de los analistas son correctos, se iniciará una nueva fase de concentraciones financieras, lo que tendrá efectos inmediatos sobre Wall Street. Más expansivos.

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