El consumo de té reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares

Un nuevo estudio científico viene a demostrar que el consumo de té disminuye los riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares. Investigadores holandeses de la Universidad Erasmus de Rotterdam han probado que dos o tres tazas diarias de la infusión reduce hasta un 46% el riesgo de padecer arteriosclerosis de la aorta, un estrechamiento de las paredes arteriales producida por la acumulación de ateroma.

El estudio, publicado en la revista Archivos de Medicina Interna, se realizó entre un grupo de 3.454 personas de 55 años o mayores que no había sufrido ninguna enfermedad cardiovascular. En la primera fase de la investigación, que comenzó en 1990, se sometió a los participantes -todos ellos habitantes de un mismo barrio de la ciudad de Rotterdam- a un cuestionario sobre su pasado médico, salud, forma de vida y hábitos alimenticios.Durante una media de dos años se hizo un seguimiento de la dieta, además de visitas y controles clínicos. Los participantes respondían regularmente a preguntas sobre el consumo diario de una lista de 170 alimentos y bebidas. El 84% de los hombres y el 91% de las mujeres aseguró consumir té de forma habitual.

Cerca de tres años después se compararon las placas calcificadas que se habían empezado a formar en la aorta la altura del abdomen. En 1.554 de los casos no se había empezado a producir el endurecimiento de las paredes arteriales. De los 1.900 restantes, 641 sufrían ya una arteriosclerosis en primer estadio, 1.061 en fase moderada y 190 en grave.

La ordenación de los datos, tras hacer las correcciones de edad y consumo de otros productos, como café o grasas, que pueden tener un efecto patológico, reveló que los que no presentaban ninguna muestra de la enfermedad consumían entre 2 y 3 tazas de té al día. Los pacientes en los que la arteria se había comenzado a estrechar, o no bebían la infusión o lo hacían en pequeñas cantidades. La disminución del riesgo entre los bebedores de té se cifró hasta en un 46% y aumentaba hasta un 69% entres los que consumían 4 tazas diarias.

El efecto protector del té se encuentra, según los investigadores, en los flavonoides, unas sustancias que actúan como antioxidantes, neutralizando las sustancias químicas dañinas que, al deteriorar las células, son las responsables de las enfermedades cardíacas, y del cáncer. Aunque en los países occidentales, la principal fuente de flavonoides es el té, la sustancia se encuentra, aunque en menores cantidades, también en otros productos como el vino y las cebollas.

El informe asegura que los efectos preventivos de los flavonoides se hacen más evidentes en las mujeres que en los hombres, aunque no se atreven a aventurar las razones. El consumo de té en la sociedad occidental es mayor entre las clases de mayor nivel educativo y social. El estudio viene a confirmar las propiedades preventivas del té, que otros investigadores ya habían adelantado en diversas investigaciones. A principios de este año, científicos de la universidad de Harvard en Boston y de hospital de Mujeres de Brigham demostraron que el consumo de una taza de té diaria reducía un 44% el riesgo de infarto.