Clinton reconoce a Pastrana como "un socio de confianza" para la lucha antinarcóticos
Los presidentes de Colombia y Estados Unidos, Andrés Pastrana y Bill Clinton, se reunieron el martes por la noche en Nueva York para estudiar el modo de atajar la escalada de violencia y narcotráfico que sufre el país latinoamericano. Pastrana llevó bajo el brazo un plan de 12 puntos que contempla un gasto de 7.500 millones de dólares (1,2 billones de pesetas), y espera que EEUU le sufrague una quinta parte, es decir, 240.000 millones de pesetas. Durante la reunión, Clinton prometió a Pastrana "trabajar para terminar" con la guerrilla y el narco, pero no comprometió ni un centavo.
Pastrana ha conseguido un importante espaldarazo: el líder estadounidense se mostró satisfecho con sus planes para acabar con la violencia de la guerrilla, los paramilitares y las actividades de los narcotraficantes. Y le vendrá bien: espera que el resto de la comunidad internacional aporte 3,2 billones de pesetas a su proyecto. El subsecretario de Estado para narcóticos, Rand Beers, resumió así la reunión con Clinton: "Las intenciones de la discusión eran sobre la estrategia a adoptar, sobre el deseo de alcanzar un punto de vista común. Una vez que se haya superado esta fase, hablaremos de ayuda económica". A tenor de las impresiones de Beers, Pastrana puede estar tranquilo: "En la administración de Pastrana, EEUU ha encontrado finalmente un socio de confianza".El presidente colombiano intentó rebajar el grado de descomposición de su país al llegar a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas: "Hablar de corrupción en el Gobierno, de una nación al borde del colapso o de guerrillas a punto de tomar Bogotá no se ajusta a la realidad". Esa verdad, en la que cree Pastrana, es la que está intentando transmitir en EEUU. Después de su charla con Clinton, el responsable colombiano se reunió ayer con dirigentes del Congreso estadounidense para conseguir que se amplíe la ayuda a su país.
"Es una oportunidad histórica para terminar con la violencia que sacude a Colombia desde hace 30 años", dijo Pastrana. Este optimismo lleva al presidente colombiano a desmentir la posibilidad de una intervención estadounidense: "Los colombianos estamos afrontando nuestros desafíos: son momentos de cooperación, no de intervención".
Uno de los presidentes latinoamericanos que ha alertado sobre la posibilidad de una injerencia internacional en Colombia es Hugo Chávez, el dirigente venezolano. Clinton se entrevistó el martes con él y le expresó su preocupación por que las reformas puedan sobrepasar los principios democráticos, según informaron fuentes diplomáticas. Durante la reunión y el discurso en la Asamblea de la ONU, Chávez quiso tranquilizarle: "Es imposible tener más democracia que en Venezuela; nuestro proceso es absolutamente democrático, desde el principio hasta el final". El encanto chavista, que cautiva a la inmensa mayoría de Venezuela, también hizo efecto en Clinton, a juzgar por las palabras del delegado de la Casa Blanca para América Latina, Kenneth Mackay, que estuvo presente en la reunión de ambos mandatarios: "Ahora confiamos más en él".
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