Los docentes logran una subida salarial, pero la huelga sigue en pie

El miércoles está previsto que comience el curso escolar en Andalucía. Pero, si las aulas se llenarán de gritos infantiles o estarán en el más completo silencio, lo deciden hoy los sindicatos de la enseñanza, reunidos para aclarar si habrá huelga o no. La amenaza de un paro entre los docentes, tanto de primaria como de secundaria, tiene en vilo a la Consejería de Educación, a pesar de que el pasado jueves se dieron por finalizadas las negociaciones sobre el Acuerdo por la Educación en Andalucía, un documento que plantea mejoras educativas y que recoge numerosas reivindicaciones sindicales. Entre ellas, el compromiso de que los profesores andaluces se beneficien de una subida salarial progresiva que se concretará en 240.000 pesetas en el 2003. Esta reivindicación ha sido el escollo principal de las negociaciones mantenidas contrarreloj entre los sindicatos y la consejería la pasada semana con intención de que la huelga se desconvocase cuanto antes.

El nuevo pacto se cerró el jueves o, al menos, lo que parecía un simulacro de acuerdo entre CC OO, UGT, CSI-CSIF y la Junta, en el que se incluyen las novedades que caracterizarán el nuevo curso. Se contempla, por ejemplo, la creación de una empresa pública que gestionará las actividades extraescolares que se celebrarán en los colegios públicos por las tardes (una buena parte de los centros sólo tiene jornada de mañana o dos tardes ocupadas). La nueva empresa se encargará de que los niños puedan disponer de las instalaciones deportivas, de la dotación informática y de las bibliotecas de los colegios, que no se cerrarán por las tardes. El consejero de Educación, Manuel Pezzi, manifestó su intención de que los centros permanezcan abiertos incluso en vacaciones, "365 días al año".

Profesorado insuficiente

El acuerdo trata de solucionar también el eterno problema de las plantillas: profesorado insuficiente para las necesidades que impone la LOGSE, bajas laborales que no se cubren, maestros que no se incorporan a tiempo e interinos que desconocen su destino hasta bien entrado el curso. Otro de los avances incorporados por la consejería en este documento es la inclusión del inglés como asignatura para los alumnos de tres años. Pero estos puntos tienen un plazo de cumplimiento de cuatro años porque lo cierto es que la escolarización en este tramo va retrasada en la comunidad.

En los equipos directivos de los centros también se observan cambios. El texto propone cursos especializados para que los directores reciban conocimientos de gestión, una vez que los colegios disfrutan de una mayor autonomía en sus reglamentos. En este capítulo se contempla además la figura del administrador.

Todas estas medidas responden a la política que el consejero ha querido imponer desde el principio de su mandato: que la enseñanza pública sea tan competitiva como la privada, en una comunidad en la que la balanza se mantiene desde hace años inclinada hacia el sector público. Un 75% frente a un 25% de titularidad privada.

Pero ha sido sin duda la homologación salarial del profesorado con el resto de las comunidades de régimen similar la gran batalla del acuerdo. La misma petición ha sacado a la calle en numerosas ocasiones durante el pasado curso a los docentes de la concertada, que siguen manteniendo la reivindicación y la amenaza de huelga.

El consejero ya ha anunciado que serán tratados con el mismo rasero que sus compañeros de la pública y les ha prometido que su salario se igualará en cuatro años al del resto de los docentes españoles. "Sólo hay cuatro comunidades que han afrontado esta subida, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares y Cantabria. Nosotros seremos la primera región socialista que lo haga", aseguró Pezzi.