Rato esboza con Castro las líneas de la próxima Cumbre Iberoamericana

El vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, se reunió con el presidente cubano, Fidel Castro, antes de abandonar la isla caribeña, donde acudió al encuentro de los ministros de finanzas, preparatoria de la Cumbre Iberoamericana de noviembre próximo. Rato departió con el comandante Castro durante cuatro horas sobre el pago de la deuda externa de los países pobres y el tratamiento a los presos políticos en Cuba. El ministro español se había entrevistado antes con familiares de cuatro reclusos.

Rato, el más alto cargo del Gobierno del Partido Popular que visita Cuba, fue recibido por Castro en la sede del Gobierno cubano. La reunión "cordial", explicó Rato, no tenía una agenda prefijada y permitió desarrollar un "intercambio de opiniones en el marco de las fluidas relaciones" entre España y Cuba. El vicepresidente del Gobierno español, que minutos antes de acudir a su cita se entrevistó con familiares de cuatro disidentes, aprovechó para reiterar a Castro la opinión del Ejecutivo español sobre la conveniencia de aplicar a los presos políticos la "ley penitenciaria", una norma que en la práctica otorga la libertad condicional. El ministro se refería a la situación del grupo de los cuatro, integrado por Vladimiro Roca, Félix Bone, Marta Beatriz Roque (que abandonó ayer una huelga de hambre en prisión) y René Gómez, encausados por sus presuntas actividades contra el régimen de Castro.

Durante su estancia en Cuba, Rato defendió en varias ocasiones la necesidad de avanzar en la democratización del régimen y reformar la legislación que atente contra los derechos humanos. También analizó con el presidente cubano aspectos relacionados con la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica que se celebrará en La Habana en noviembre y que es "uno de los asuntos prioritarios de España para los próximos meses".

Ambos coincidieron en que la Cumbre, a la que previsiblemente asistirán los Reyes, permitirá avanzar en la creación de un "área de cooperación iberoamericana" tanto en el ámbito social como político y económico. La entrevista permitió también tratar el problema de la negociación del pago de la deuda de los países en vías de desarrollo, uno de los aspectos que se debatirán en la cumbre de noviembre. Rato habló con el vicepresidente cubano, Carlos Lage, -uno de los dirigentes más próximos a Castro- sobre el pago de la deuda de Cuba con el Gobierno español, próxima a los 100.000 millones de pesetas.

Rato defendió la necesidad de una mayor flexibilidad por parte de los organismos financieros internacionales y de los acreedores particulares en el tratamiento de la deuda de países pobres. En la próxima reunión de los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE), señaló, España defenderá el análisis de la situación de cada uno de los países deudores y abogará por desarrollar políticas sociales.

Rato condenó las amenazas de sanción de EE UU contra el grupo hotelero Sol-Meliá por sus inversiones en Cuba, consideró que la norteamericana ley Helms-Burton atenta contra los principios del libre mercado y advirtió de que las sanciones a Sol-Meliá obligaría a la UE a denunciar el conflicto ante la Organización Mundial de Comercio.