¡SOS!

Por favor, que alguien haga algo con el gravísimo asunto de los ruidos producidos por los bares de copas, las terrazas veraniegas, las concentraciones de adolescentes en fin de semana, los perros sin bozal, los energúmenos que se arrancan a cantar o más bien a rebuznar a altas horas, y un etcétera muy largo que día a día va degradando nuestra ciudad, y en especial el centro. Sí, nuestro querido y amado centro histórico se encuentra seriamente amenazado por la despoblación, y es que sus habitantes, que sí son tolerantes, ya no aguantan más tanta agresión impune por parte de un puñado de vándalos que no son tolerantes con los vecinos.Si digo que alguien haga algo es porque he comprobado que el concejal de Medio Ambiente, el fiscal de Medio Ambiente y el resto de técnico-funcionarios competentes no hacen más que obstruir el cumplimiento de la ley, y si a ello le sumamos que los llamados ecologistas limitan sus reivindicaciones a la defensa del urogallo o la foca monje, lo cual merece todo mi apoyo, pero sin haberse dado cuenta aún de ese gran contaminante ambiental que es el ruido, y que un comprometido grupo de intelectuales entiende más importante la defensa de las reivindicaciones de los empresarios de bares de copas, en vez de (por poner varios ejemplos) la defensa de los inmigrantes frente a su marginación, o la defensa del pueblo kosovar de la represión y aniquilación sufrida por parte del Ejército serbio, el tema es en sí desalentador.

Leo a diario prácticamente todo tipo de periódicos, y no hay Pasa a la página siguiente Viene de la página anterior día en que no aparezcan artículos, comentarios y protestas de una sociedad que clama para que de una vez por todas España deje de ser el país más ruidoso del mundo. Si el ruido degrada no sólo a las personas, sino también el entorno, es urgente que hagamos algo antes de que sea demasiado tarde y el daño sea irreparable.-