Ciencia y espectáculo

"¡La Luna ya ha empezado a morder al Sol!". Ante centenares de curiosos, Jorge Wagensberg, director del Mueso de la Ciencia de Barcelona, anunciaba así, pasadas las once de la mañana de ayer, el inicio del acontecimiento más esperado del verano: el eclipse solar. En Cataluña no fue total, pero se pudo apreciar con gran nitidez, sobre las 12.21 horas, cómo la Luna tapaba hasta el 77% de la superficie solar. La apocalíptica profecía de Nostradamus erró y miles de ciudadanos pudieron gozar con normalidad del anunciado eclipse de Sol, para el que entidades científicas y culturales organizaron diferentes actos. Los hospitales sólo tuvieron que atender a cerca de una veintena de personas que no hicieron uso de la debida protección ocular. Sólo una persona atendida en el hospital Clínico de Barcelona, que ayer reforzó su servicio de oftalmología, presentó pérdida del 30% de la visión, lesión de la que podrá recuperarse. La cita más concurrida fue la organizada por el Museo de la Ciencia de la Fundación La Caixa. Cerca de 2.000 personas abarrotaron el centro de divulgación científica, que por 500 pesetas añadía a su tradicional oferta una gran pantalla conectada a la retransmisión en directo de las imágenes aéreas de la cadena France 2, un vidrio protector para observar en directo el fenómeno astronómico, así como la posibilidad de contemplarlo a través de la proyección de un telescopio con una óptica de 50 aumentos. El físico Jorge Wagensberg, el astrofísico Roberto Molowy y el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Jordi Isern comentaron en directo las imágenes que llegaban desde un avión militar, gracias a las cuales se vio un espectacular eclipse total. En el observatorio de la Agrupación Astronómica de Sabadell también se congregaron mil personas, que siguieron el fenómeno por un circuito cerrado de televisión conectado a varios telescopios. PASA A LA PÁGINA 4