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Una exposición reúne en Brasil la época parisiense de Picasso

Juan Arias

Con el título Picasso. Años de guerra, 1937-1945, ha llegado al Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro la primera exposición importante dedicada a Pablo Picasso que se celebra en Brasil, y que está centrada en la época parisina del artista. La muestra, que reúne más de cien obras del pintor español -entre pinturas, grabados y cerámicas-, está conquistando no sólo a los brasileños, sino a los numerosos turistas extranjeros que cada día invaden la capital carioca. En el primer fin de semana de la exposición, que ha contado con el apoyo de de la Fundación Roberto Marinho (el propietario del imperio de comunicaciones Globo ), desfilaron por el museo más de diez mil personas a pesar de que fueron dos días de lluvia y frío en Río. "Es una cifra bastante alta y muy por encima de nuestras previsiones", afirmó el director del museo, Romanic Buel. "Creo que es todo un récord y una verdadera demostración del interés del público carioca en la producción del pintor español". La exposición, magníficamente montada y que cuenta a la entrada con una estupenda proyección de diapositivas de obras de Picasso, muestra 19 pinturas, 39 diseños y 67 grabados, prestadas por primera vez a Brasil por el Museo Picasso de París, y está valorada en 120 millones de dólares. Se trata de una oportunidad excepcional para los brasileños de acercarse a obra original del que muchos consideran el artista más importante del siglo. La crítica local ya ha calificado la exposición como "el acontecimiento cultural del año" en Brasil.

Gran actividad

El periodo que abarca la muestra, desde la guerra civil española hasta finales de la II Guerra Mundial, coincide precisamente con la permanencia de Picasso en París, una de las épocas de mayor actividad del pintor andaluz, periodo al que pertenece el Guernica, pintado en 1937. Las pinturas ante las que se arremolinan más visitantes son La mujer que llora, La mujer sentada con los brazos cruzados, El gallo tricolor con la Cruz de Lorena, de 1945, homenaje del pintor a Francia ante la derrota nazi, y el bronce del Gato, de 1943. La muestra recorrerá las principales ciudades brsileñas, pero ya para el Museo de Arte Moderna de Río, que el fuego había destruido en 1978, llevándose precisamente dos obras de Picasso, esta muestra está considerada como la más importante de su historia. La crítica se ha volcado positivamente con la exposición y todos los suplementos culturales han aprovechado para dar a conocer a los brasileños las excelencias del pintor español, del que resaltan sus palabras: "La pintura no está hecha para decorar apartamentos. Es una arma defensiva y ofensiva contra el enemigo", al igual que la afirmación del crítico norteamericano Clement Greenberg de que todo lo que Picasso creó "está lleno de mordacidad".

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