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El número de habitantes de la UE con acceso a Internet en su casa se duplicó en dos años

Una encuesta demuestra que los europeos prefieren el teléfono móvil a la Red

El número de habitantes de la UE que poseen un ordenador con conexión a Internet prácticamente se ha duplicado entre enero de 1997 y diciembre de 1998. Pese a ello, su penetración sigue siendo relativamente baja: sólo el 8,3% de los europeos -es decir, 31,5 millones- posee una entrada en casa a la World Wide Web, con fuertes diferencias entre países. Los europeos, según el último Eurobarómetro: Los europeos y la sociedad de la información, han preferido volcarse en otras tecnologías, como los teléfonos móviles, que ya portan el 30,2% de los ciudadanos de la UE.

La encuesta, realizada en el otoño de 1998 por la consultora británica INRA (a petición de la Comisión Europea) sobre una base de 15.000 entrevistas en todos los países de la UE, revela un desarrollo de las tecnologías de la información bastante más importante en los países nórdicos (especialmente Suecia y Holanda) que en los países del sur, generalmente situados en los puestos de cola en cada una de las tablas.Y algunas de esas categorías, como la conexión a Internet en los hogares, muestran una gran disparidad entre una zona y otra: el 39,6% de los suecos, por ejemplo, declara tener acceso a la Red desde su casa, mientras que en Portugal sólo lo hace el 3,4%. España, país en el que una de cada 20 personas tiene acceso a la red, ocupa el puesto 12 en esa clasificación, por delante de Francia, Grecia y Portugal.

Si la media europea (8,3%) de conexión a Internet demuestra que su aceptación entre los ciudadanos no se ha generalizado todavía, las previsiones del Eurobarómetro apuntan una explosión del mercado: el 5% asegura que habrá acceso en su hogar en los próximos seis meses, mientras que otro 21% se declara "muy interesado" en conseguirlo.

Altos y bajos ingresos

Internet también es la tecnología que más diferencias muestra entre los hogares de bajos ingresos (el 3,5% está conectado) y los que mayores rentas tienen (18,1%). Otras tecnologías, como la antena parabólica o la televisión por cable, muestran índices de uso que diferencian mucho menos a los hogares de clase baja respecto de los que cuentan con mayor poder adquisitivo.El artefacto estrella entre los europeos es sin dudas el teléfono móvil. En enero de 1997, el 17% de los 380 millones de habitantes que tiene la UE llevaba uno en sus bolsillos; en diciembre del año pasado ya eran casi uno de cada tres (30,4%). En España, el 26,3% tiene ya un teléfono móvil, y aún así, en una hipotética lista europea ocuparía el noveno puesto. Finlandia es donde mejor se ha implantado la telefonía portátil: casi dos de cada tres finlandeses lleva uno de estos aparatos. El informe muestra también que algunas tecnologías muy populares han llegado a su techo, como el aparato de vídeo que, si bien está presente en el 75% de los hogares europeos, su crecimiento parece haberse estancado.

En cuanto al número de personas que reciben televisión a través de una antena parabólica, actualmente tienen acceso a ello el 17,4% de los ciudadanos de la UE (el 9,3% de los españoles), poco más que hace dos años. En cuanto a los receptores de televisión por satélite de pago, según los datos del estudio, el 12,5% de los ciudadanos de la UE pueden ver este tipo de televisión desde su casa. España supera claramente la media europea en este aspecto: el 12,8% se declara suscrito a una de las dos plataformas que ofrecen este tipo de servicios (Canal Satélite Digital y Vía Digital), mientras que Francia y Reino Unido encabezan la lista correspondiente.

Dispuestos a pagar

Según la mayoría de los expertos en tecnologías de la información, la consolidación de Internet como mercado sólo podrá llegar cuando abandone su casi total gratuidad actual (son muy pocos los servicios por los que hay abonar en la red) para convertirse en un sitio donde haya que pagar, como en las transacciones tradicionales, por aquello que se usa. La encuesta realizada por INRA revela que por ahora son pocos los europeos -no hay grandes diferencias entre nacionalidades- que gastarían 10 euros mensuales (1.670 pesetas) en servicios de Internet. Las ofertas que más éxito tendrían, siempre según la encuesta citada, son las relacionadas con la investigación y el seguimiento de cursos: el 18,1% de los europeos pagaría por ello (el 15% de los españoles). También pagaría un número alto de personas (13%) por conseguir un diagnóstico médico a través de la Red. En lo que menos gastarían los europeos (2,5%), según la encuesta, sería en debates políticos virtuales y en recibir respuestas vía correo electrónico de los candidatos.

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