El centenario de Torroja consagra sus estructuras

El centenario del ingeniero Eduardo Torroja (Madrid, 1899-1961) va a significar el definitivo reconocimiento internacional como creador de las formas laminares en hormigón armado y teórico de los tipos estructurales, según los miembros de la comisión organizadora, presidida por José María Aguirre González. En septiembre se montará una exposición sobre su vida y su obra en la sala del Ministerio de Fomento, donde van a figurar las maquetas del frontón Recoletos -destruido después de la guerra- y la tribuna del hipódromo de la Zarzuela, que estuvieron en 1997 en la muestra del Centro Pompidou, de París, El arte del ingeniero. También se van a realizar ciclos de conferencias, sesiones académicas , un acto especial en el Congreso de Estructuras Laminares y el premio que lleva su nombre para destacar una obra conjunta de ingenieros y arquitectos.

"Es muy gratificante comprobar que mi padre sigue en el recuerdo de los ingenieros y en el mundo de la arquitectura", declaró José Antonio Torroja (puente de Tamaraceite), presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid. Destaca su labor en el Instituto (desde 1934) que lleva su nombre y su libro Razón y ser de los tipos estructurales (CSIC), primera edición en 1957.

Constructor orgánico

Los ingenieros José Antonio Fernández Ordóñez y José R. Navarro han escrito una monografía que publicará Pronaos en español e inglés. Estudian la evolución de las láminas de hormigón armado, el funcionalismo racionalista, el constructor orgánico, la colaboración con los arquitectos y todas sus obras y proyectos, como las cimentaciones de 1926, el mercado de Algeciras (1933), las tribunas del hipódromo de la Zarzuela (1935), el frontón Recoletos (1935), los viaductos de la Ciudad Universitaria; los acueductos de Tempul y Alloz, el arco del viaducto Martín Gil (1942), los hangares de Cuatro Vientos, Barajas y Torrejón. "La fama de Torroja se acrecentará con el tiempo", dice Fernández Ordóñez. "El libro demuestra que su contribución teórica y su aportación en la construcción va mucho más allá del papel de puente entre arquitectura e ingeniería civil, y que sus creaciones laminares en hormigón armado adquieren una dimensión única en el siglo XX, sólo comparable a la invención del pretensado por Freyssinet".

Para el ingeniero Leonardo Fernández Troyano (puente Sancho el Mayor sobre el Ebro), Torroja "es la figura más brillante de la ingeniería mundial" y considera que no hubo una "rivalidad abierta" con su padre, Carlos Fernández Casado. El centenario ha provocado la restauración del mercado de Algeciras, en especial el casquete esférico de nueve centímetros de espesor, con una inversión de 90 millones de pesetas. "Es un lugar de encuentro", dice el alcalde, Patricio González. Otra de sus obras clave, el hipódromo de la Zarzuela (bien de interés cultural desde 1980), sigue sin uso público, con dos demandas pendientes en los juzgados.