Silencio en Kumanovo tras el parón en las conversaciones
Los aliados creen que las propuestas de retirada del Ejército serbio no garantizan el retorno de los kosovares
ENVIADO ESPECIALEl fracaso de las deliberaciones, negociaciones según la parte serbia, entre el mando militar de la OTAN en Macedonia y la delegación de Yugoslavia dejó sin palabras a la oficina de la Alianza Atlántica en Skopje y compuestos y sin novia a gran número de periodistas, que habían inundado la capital de Macedonia con la esperanza de ser los primeros en entrar en Kosovo. Las palabras con que los portavoces anunciaron la ruptura de las deliberaciones dejan abierto un resquicio para una reanudación del diálogo, aunque la diferencia de matices resulta casi palpable.
Casi a la misma hora, en la madrugada de ayer, en que se anunciaba en Kumanovo el fracaso de las conversaciones caían sobre el pueblo de Jazince, en la frontera entre Macedonia y Kosovo, varias granadas, que causaron desperfectos en casas, pero ningún daño personal.
La escena, un cuarto de hora antes de las tres de la madrugada, en el helipuerto de las tropas francesas en Kumanovo, a 40 kilómetros de Skopje, habría hecho las delicias del mejor de los directores cinematográficos. Todo se desarrolló en una explanada, iluminada por reflectores y focos de las cámaras de televisión, con una media luna con aspecto de sucia en el cielo y ante un gigantesco hangar de lona, que sirvió de lugar de reunión durante casi 18 horas a los militares de la OTAN y yugoslavos. La atmósfera de aquel lugar, en la madrugada de ayer, parecía la más adecuada para la ceremonia de la capitulación de los militares yugoslavos, tras dos meses y medio de guerra, pero todo se quedó en agua de borrajas.
Los portavoces de las dos delegaciones, el general británico Michael Jackson y el alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Yugoslavia Nebosja Vujovic, comparecieron ante la prensa, que resistió hasta el final con caras demacradas por la larga jornada y el contenido del mensaje. Jackson aseguró que la propuesta yugoslava "no garantiza el retorno seguro de los refugiados o la retirada completa de las fuerzas de Yugoslavia" de Kosovo y criticó su incoherencia con el texto acordado en Belgrado entre el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic; el de Finlandia, Martti Ahtisaari, y el mediador ruso, Víktor Chernomirdin. Por su parte, Vujovic dejó en su primera frase muy clara la postura diferente con que ambas delegaciones habían afrontado el diálogo, cuando mencionó la palabra "negociación", que los portavoces de la Alianza Atlántica negaban durante todo el día.
Afirmó Vujovic que ellos acudieron a Kumanovo con buena intención para lograr un acuerdo sobre la aplicación de la entrevista de Belgrado y de la decisión del Parlamento de Serbia. Los puntos de discrepancia los precisó Vujovic al afirmar: "Estos principios incluyen el pleno respeto de la integridad territorial y soberanía de la República Federal de Yugoslavia, de la que Kosovo forma parte integral, y también el despliegue de una presencia internacional de seguridad, bajo los auspicios de la ONU, una presencia establecida por una decisión del Consejo de Seguridad".
El general Jackson declaró en tono amenazador que la Alianza Atlántica "no tiene otra alternativa que continuar y, de hecho, intensificar la campaña aérea, hasta que la parte yugoslava esté preparada para aceptar y aplicar el acuerdo por completo y sin ambigüedades". Añadió Jackson: "Estamos preparados para reunirnos con la delegación de Yugoslavia, en cuanto sea necesario, para lograrlo". Vujovic aseguró: "Queremos continuar con nuestros esfuerzos constructivos y estamos dispuestos para continuar hablando".
Ayer la OTAN parecía haberse quedado muda en Macedonia. Una conferencia de prensa, prevista para las once de la mañana, se anuló. La oficina de prensa de la Alianza Atlántica en Skopje se limitó a repartir un folio con el texto de las declaraciones de Jackson y Vujovic en la madrugada. En la de Vujovic se omitía la frase inicial, en la que el alto funcionario serbio se presentaba como parte de la delegación que acudió a "la negociación".
No se confirmaron informaciones, que circularon durante un rato en la mañana, de que continuaría el diálogo con una delegación de menor rango. En la base de helicópteros de Kumanovo la vida transcurría como un día normal tras la agitación de la jornada dominical. Un centinela francés cumplía su servicio delante de una pintada en el pilar de un puente con la frase: "NATO go home!" (¡OTAN, vete a casa!).
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