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GUERRA EN YUGOSLAVIA Acuerdo de Paz

La OTAN consigue imponer sus principales objetivos

Todo lo que Belgrado rechazó durante más de diez semanas de guerra y ahora acepta sin condiciones

Abrogó la autonomía de Kosovo. La devolverá. Deportó a un millón de albanokosovares. Volverán a casa. Nunca quiso vaciar Kosovo de su tropas y policías. Las retira. Jamás aceptó una fuerza internacional que acompañe el retorno de los refugiados. Ahora la traga. En el acuerdo de paz impuesto por la comunidad internacional, el dictador de Belgrado sólo logra lo que ya se le daba de antemano: mantener la integridad de la Federación Yugoslava. El pacto recoge todas las posiciones de la Alianza, que Rusia aceptó en su integridad, obligando a Milosevic a asumirlas y capitular.Los tres puntos del acuerdo OTAN-Rusia más polémicos eran la retirada de las tropas serbias de Kosovo, la composición de la fuerza militar internacional y el momento del cese de los bombardeos. En los tres, los aliados se han salido con la suya.

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La retirada de militares y policías especiales será absoluta: "todas las fuerzas", especifica el acuerdo. "Sí, el 100% de las fuerzas", leyó y ratificó Martti Ahtisaari. Moscú proponía permitirle a Milosevic unos miles de uniformados (ver EL PAIS del 15 de mayo). Se impuso la Alianza: la retirada será total, para que los deportados confíen en volver protegidos al hogar. Sólo después podrán volver "unos cuantos centenares" de funcionarios serbios, simbolizando la integridad yugoslava, pero para misiones limitadas, señalizar minas o cuidar los pasos fronterizos. Pero el control del retorno dependerá del ACNUR.

Segundo gran acuerdo. Milosevic no aceptaba tropas internacionales; a regañadientes asumió una fuerza civil de la ONU; luego aceptó militares extranjeros si no eran de la OTAN. Si no quieres caldo, dos tazas. La fuerza militar, "bajo cobertura de la ONU" (con resolución del Consejo de Seguridad) tendrá una "participación esencial de la OTAN", esto es, tendrá a "la OTAN en su núcleo". Lo que significa "una cadena de mando unificada" dirigida de hecho por la Alianza, que podrá apelar al capítulo 7 de la Carta de la ONU, es decir, al uso de la fuerza, si fuera necesario. ¿Quién mandará? La fuerza tendrá un "mando y control únicos", como quería la Alianza, contra Moscú, que propugnaba la división de Kosovo en sectores militares autónomos, Rusia al Norte y los aliados, al Sur. Quizá habrá sectores, pero no independientes. Kosovo no repetirá el Berlín de la postguerra mundial.

En ésto queda una incógnita, pero sólo atañe a Rusia y a la OTAN, no a Milosevic, quien deberá tragar también lo que consensúen. Una nota al pie del texto indica que Rusia y la Alianza formalizarán los "acuerdos adicionales necesarios" para coordinar sus fuerzas. Ahtisaari insistió ayer en que muchos, incluido el secretario de la ONU, Kofi Annan, "prefieren" el modelo seguido en Bosnia por la SFOR: estructura de mando de la OTAN (con unos 50.000 hombres), a la que se coordinaría desde una autonomía formal, el contingente ruso (quizá 10.000, si Moscú tiene dinero para mantenerlos).

Tercero y decisivo. Belgrado exigía el fin de los bombardeos antes de aceptar las condiciones. Rusia y China le apoyaban en esto. Incluso Italia propugnó una "pausa" en los ataques, sin condiciones. La OTAN ofrecía parar sus ataques en el momento en que empezase la retirada verificable de Kosovo de las tropas serbias. Es lo que se ha impuesto. La suspensión de los bombardeos empezaría cuando empiece a producirse una retirada serbia "verificable", que deberá completarse en siete días (y en 48 horas las baterías antiaéreas). Los detalles quedan para un acuerdo "técnico" entre militares aliados y yugoslavos. Todo se precipitará: este acuerdo técnico, la resolución de la ONU, el retorno de los refugiados. En un proceso casi simultáneo.

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