Sanidad confirma la presencia de la "legionella" en el Balneario de Cestona

El Departamento de Sanidad confirmó ayer la sospecha: el Balneario de Cestona es el origen de los casos de legionella detectados la pasada semana en dos clientes que estuvieron alojados en el centro termal en la primera quincena de mayo. Por el momento, no se han diagnosticado más infecciones, pero Osakidetza reveló ayer que otras 41 personas podrían estar afectadas por esa bacteria. El balneario, que cerró sus instalaciones el pasado viernes, se someterá a un tratamiento de desinfección.

Los pasados 20 y 21 de mayo dos personas -una mujer de 75 años y un hombre de 60- fueron ingresados en los hospitales de Cruces y Aránzazu aquejados de una neumonía por legionella. El único denominador común entre ambos era su estancia en el Balneario de Cestona. La sospecha de que el origen del brote pudiera encontrarse en sus instalaciones propició el consenso entre Sanidad y los responsables del centro termal y el balneario cerró sus puertas a la espera del resultado de los análisis. El estudio de las muestras de agua tomadas en las instalaciones ha revelado la existencia de legionella al menos "en tres partes distintas del centro", según confirmó ayer el consejero Gabriel Inclán. El titular de Sanidad insistió en que la infección no se ha producido por falta de medidas de control. "El Balneario de Cestona", dijo, "venía sometiéndose a estrictas medidas de control sanitario, que no detectaron anomalías ni en las instalaciones ni en la calidad de las aguas". El brote epidémico podría justificarse, según Inclán, "por la especial virulencia de la legionella, que, aunque podía estar presente en las aguas de manera latente, ha podido multiplicarse sin que sea fácilmente reconocible". Control Técnicos del Departamento de Sanidad han realizado estos días un control de los brotes epidémicos a través de encuestas. Han sometido a estudio a 360 personas, del total de 429 que estuvieron en el balneario en las tres primeras semanas de mayo. Las pruebas han permitido detectar 41 posibles casos de infección. Presentan en su mayoría fiebre aguda;sólo seis de los supuestos afectados presentan cuadros de neumonía. En todo caso, hasta que finalicen las encuestas no se podrá conocer el alcance real del brote de legionella. Mientras tanto, el balneario permanece cerrado y no podrá abrir sus puertas al menos hasta dentro de "tres o cuatro semanas", según el consejero de Sanidad. Sus responsables ya se han puesto en contacto con empresas especializadas en tratamientos de choque contra esta bacteria. La encargada de las relaciones públicas del centro, Mayre Modrego, confirmó que la desinfección, que deberá pagar el propio centro, sigue las pautas dictadas por Sanidad y por el Gobierno holandés. Éste último se enfrentó en febrero pasado a un brote similar en una exposición floral celebrada en Amsterdam. El cierre del centro afecta a medio centenar de personas y de forma innegable a la imagen de un balneario que ha realizado fuertes inversiones para modernizar sus instalaciones.