Santiago reúne más de 1.000 piezas sobre el culto jacobeo
El culto al apóstol Santiago se desarrolló a partir de la Edad Media en el confín occidental de Europa, pero con los siglos alcanzó una dimensión universal y su huella, en la religión y en el arte, llega desde América a las Filipinas pasando por la República Checa. La organización del Xacobeo 99 ha rastreado la presencia de Santiago por todo el planeta para organizar una macroexposición, repartida entre cuatro edificios históricos compostelanos, que reúne un millar de piezas artísticas de inspiración jacobea elaboradas desde el inicio de la cristiandad hasta el siglo XX. Entre ellas hay cuadros de El Greco, Ribera y Zurbarán.La exposición central del Año Santo de 1999 se titula simplemente Santiago. "Este título resume el propósito de la muestra, que es contar tanto la vida y el mito del apóstol como la de la ciudad que lleva su nombre", afirma el comisario artístico del Xacobeo, Xosé Manuel García Iglesias.
Los escenarios de la muestra también forman parte de ella, ya que se trata de cuatro monumentales edificios cuya existencia, aun perteneciendo a épocas históricas y estilos arquitectónicos distintos, está indisolublemente vinculada al mito jacobeo. Las dos primeras partes de la exposición, que se inauguran hoy, ocupan los palacios de Fonseca y Gelmírez. El 9 de junio se abrirá la tercera sección en el monasterio de San Martiño Pinario, y el 24, la última, en la iglesia de San Paio de Antealtares. "Hemos querido que recorrerla sea como hacer otro camino", explica García Iglesias.
Recorrido
El proyecto del Xacobeo ha permitido no sólo reunir en Santiago piezas desperdigadas por España y el mundo, sino rehabilitar áreas de esos edificios que eran poco conocidas o llevaban muchos años inutilizadas. Así, el recorrido para ver el montaje de la exposición en el palacio de Gelmírez, aledaño a la catedral, permitirá a los visitantes adentrarse en el templo por un corredor hasta ahora cerrado y contemplar desde la altura los relieves del pórtico de la Gloria. También se han rehabilitado los retablos barrocos de San Paio y el óleo Virgen del Socorro, de Claudio Coello (siglo XVII).
Ese camino del que habla García Iglesias permitirá contemplar desde testimonios de la presencia romana en Palestina durante la época de Cristo hasta escenas de la vida de Santiago, restos arqueológicos, tumbas de antiguos obispos compostelanos o piezas que ilustran sobre los oficios de la Edad Media y la vida de los monjes benedictinos, además de parte de los tesoros que se conservan en la ciudad gallega y que habitualmente no se muestran al público. La variedad de piezas sobre el culto jacobeo es tal que la exposición incluye una porcelana china de la dinastía Qing (siglo XVIII), esculturas escandinavas, obras de México, Perú y Filipinas, el Martirio de Santiago depositado en la ciudad checa de Brno o el Milagro del Ahorcado, una pintura que tiene su origen en Rimini y que se conserva en la Pinacoteca Vaticana.
Babelia
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