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LAS SUBVENCIONES AL CAMPO

Cultivos "benéficos"

El control de fraude se centra en los forrajes, el girasol, el algodón y el tabaco

Los fondos de la UE llegan a casi toda la producción agrícola, aunque las ayudas más importantes se concretan en media docena de sectores. Algunos (vino, algodón, forrajes y lino, girasol) han estado permanentemente bajo sospecha. Estas son sus características:- Cultivos herbáceos. Es la primera actividad receptora de fondos, 270.000 millones de pesetas anuales, que llegan a 375.000 beneficiarios. Se trata de ayudas directas al agricultor. Destaca la situación del girasol. Bruselas bajó sus precios, unas 60 pesetas el kilo y lo compensó con el establecimiento de una ayuda por hectárea que llegó a superar 100.000 pesetas en regadíos y más de 30.000 pesetas en tierras de secano. El inicio de esa nueva política de ayudas supuso en los primeros años de esta década la siembra de docenas de miles de hectáreas que nunca se habían cultivado simplemente para cobrar subvenciones. Hoy esa situación se está corrigiendo.

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Las ayudas comunitarias suponen más del 25% de los ingresos anuales del sector agrario

- Aceite de oliva. Anualmente perciben ayuda 385 olivareros por un total de 168.000 millones de pesetas. España se ha encontrado con una ayuda establecida y concebida por Italia, único país receptor durante muchos años. Hasta hace un año había posibilidad de cobrar ayudas como pequeño productor, por árbol y como gran agricultor, lo que suponía una espita abierta para el fraude al pagarse ayudas a mucho aceite no existente. Ahora se paga la ayuda oficial de 220 pesetaspor kilo por producción real y se penaliza si se supera la cuota de 760.027 toneladas. Ya no es un sector con fraude

- Cultivos proteaginosos. En conjunto recibieron 30.000 millones de pesetas en 1997. Se pretende potenciar la producción de leguminosas. Cabe destacar la ayuda que se paga a las industrias de forrajes desecados (18.000 millones). Al igual que el lino, es un sector bajo sospecha de las administraciones desde hace algunos años y sometido a continuas inspecciones.

- Frutas y hortalizas. Percibió 73.000 millones de pesetas en 1997. De esta cifra, los productores, a diferencia de los de herbáceos u olivareros, no peciben ayudas directas a excepción de 20.000 millones de pesetas que reciben los cultivadores canarios de plátano. La mayor parte de los fondos van a parar a industrias de transformación para compensar la retirada de excedentes del mercado.

- Algodón. Los productores percibieron casi 21.000 millones de pesetas en 1997. España tiene una cuota de producción de 249.000 toneladas con una ayuda por kilo de 168 pesetas para que las industrias no acudan a la importación para aprovisionarse de materia prima. Hace varios años se detectaron graves irregularidades en Andalucía. Ahora el sector parece más controlado.

- Tabaco. Es una de las produciones con mayores ayudas, unos 20.000 millones de pesetas por 15.000 hectáreas de cultivo, sobre todo en Extremadura. Frente a unos precios de venta del producto de 70 pesetas, las primas por kilo ascienden a entre 350 y 440 pesetas, según variedades. Los tabaqueros lo justifican por los elevados gastos de cultivo y por la mano de obra que genera en zonas donde no hay sembradíos alternativos.

- Vino y alcoholes. Las ayudas alcanzaron 36.000 millones de pesetas que no van directamente al productor. La mayor parte se utilizan para regular el mercado en base a destilaciones de vino excedentario para la obtención de alcoholes. Las industrias transformadoras de alcohol, especialmente en Castilla La Mancha, han sido objeto de intensos controles. No había seguridad de que el vino que entraba en la planta se quemase para obtener alcohol. El fraude más habitual era meter el vino en la planta para su quema y sacarlo al mercado por otra puerta para su comercialización a bajo precio. Hoy el sector está más vigilado, pero ya ha generado grandes fortunas en la zona.

- Lino textil. Su cultivo se ha desarrollado en los últimos cuatro años ante la existencia de una ayuda media de 120.000 pesetas por hectárea. Hoy ocupa 90.000 hectáreas.Para evitar los fraudes la Administración impuso un mínimo de cosecha por hectárea cultivada, pero la posibilidad de fraude se ha trasladado a las plantas de transformación. Para cometer el fraude debe estar de acuerdo el agricultor con el transformador o que el propio transformador sea a la vez quien lleve la explotación agraria.

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