Los colectivos en defensa del Segura se unen para ir a una huelga general si Aznar no toma medidas

La plataforma Segura Limpio ha iniciado una estrategia para unificar a todos los colectivos cívicos de cara a una convocatoria de huelga general, si el presidente José María Aznar no toma cartas en el asunto con medidas urgentes de descontaminación. La proximidad del verano, cuyas altas temperaturas aumentan la contaminación ambiental afectando a los municipios por donde pasa el río, ha actividado el clima de protestas. La consolidación de un gran plataforma y las negociaciones con Greenpeace para que aporte apoyo logístico y científico, convierten el conflicto en una bomba de relojería para el Gobierno central.

Las agrupaciones cívicas de la comarca de La Vega Baja que reivindican la "urgente descontaminación" del río Segura también acordaron en su asamblea del jueves por la noche exigir a los responsables de la Confederación Hidrográfica y del Ministerio de Medio Ambiente que hagan públicos los nombres de las empresas que contaminan el río y de los ayuntamientos que vierten al cauce aguas residuales sin depurar. Para los grupos Segura Limpio y Comisión Pro-Río, la publicidad de los agentes contaminadores será efectiva por partida doble: aumentará la presión social contra industrias e instituciones, y posibilitará la tramitación de denuncias ante los tribunales de justicia. Hace dos meses, la Comisión Pro-Río solicitó una lista a la Confederación, de la que aún no ha recibido respuesta, precisó ayer José Antonio Muñoz Grau, portavoz de la plataforma. El rechazo oficial es, precisamente, el principal argumento para que la plataforma pida la intervención del Defensor del Pueblo para así forzar al Gobierno central a aportar toda la información sobre el estado del río. De entrada, la plataforma Segura Limpio ha acordado exigir al Departamento de Salud Pública un pronunciamiento explícito sobre las repercusiones que puede tener sobre los vecinos de La Vega Baja los altos niveles de metales pesados registrados, muy superiores a los índices permitidos. Esa es la mayor de las preocupaciones de los colectivos movilizados, sobre todo en Rojales y Orihuela, donde consideran que esta cuestión no ha sido nunca "suficientemente" aclarada por las autoridades. Ahora reclaman informes exhaustivos y declaraciones institucionales de órganos competentes en materia sanitaria para tranquilidad de la población. Los residentes en La Vega Baja se confiesan inquietos ante las noticias que les llegan sobre el río Gaudalentín a su paso por la localidad murciana de Lorca, donde han sido advertidos del peligro que suponen las emanaciones de sulfuro de hidrógeno en algunos puntos del cauce, con evidente perjuicio para la salud pública. "Este problema se podría extrapolar al cauce del Segura en su cuenca baja, y por tanto es urgente que se aclaren todas las dudas", apuntó Muñoz Grau. En esa dirección camina, pues, el acercamiento a la organización ecologista Greenpeace, a la que ya han solicitado apoyo logístico y científico. Mientras, los vecinos de La Vega Baja han optado por instalar pancartas reivindicativas en espacios urbanos emblemáticos y frecuentados. La plataforma acordó también responder a las críticas de que está siendo objeto, tras el éxito de la convocatoria de la manifestación del pasado 9 de mayo en Madrid, por parte del sindicato Jóvenes Agricultores. Concretamente, el presidente del sindicato en Alicante, Eladio Aniorte, y el secretario técnico, Santiago Pascual, que intentaron impedir la movilización. El portavoz de la plataforma, José López Grima, acusó a esta organización agraria de abanderar una campaña "brutal y orquestada" contra quienes plantean en las calles la descontaminación del río y, sobre todo, no se corresponde con el malestar real de agricultores de La Vega Baja, que fueron los primeros en reclamar un río limpio. La respuesta del sindicato ayer mismo no se hizo esperar. No tardó en replicar Jóvenes Agricultores. "No son las plataformas las que arruinan la agricultura de la Vega, sino unos pocos señores que lanzaron un informe falso que sembró la alarma y ha provocado la bajada de las hortalizas", señaló Santiago Pascual en clara referencia a Manuel Nieves, el catedrático de la Universidad Miguel Hernández que detectó elevadísimos niveles de cadmio en suspensión en las aguas del Segura. "Nosotros también reivindicamos el saneamiento del río, pero nos parece mal que unos pocos traten de aprovechar la ocasión para manipular a La Vega Baja", puntualizó.