El sexo de los ángeles y la huella de John Ford
Una de las muchas cuestiones que Kevin Smith trata en su desmadradísima y disparatada película Dogma, presentada ayer en Cannes fuera de concurso, es el sexo de los ángeles. Su conclusión es sencilla: no lo tienen en absoluto, ni femenino, ni masculino. Para discutir sobre estas y otras cuestiones teológicas, el realizador de Clerks acudió al certamen acompañado por gran parte del espectacular reparto (Linda Fiorentino, Ben Affleck, Alan Rickman y Salma Hayek) de un filme que Miramax (filial de Disney) se ha negado a distribuir en Estados Unidos por su carácter irreverente (es una historia protagonizada por ángeles, apóstoles, demonios, en la que aparece hasta Dios, interpretado por Alanis Morissette)."La polémica no me preocupa, porque cuando empezamos a hablar de religión tenemos el peligro de ofender a alguien, pero no era ésa mi intención, en absoluto. Estamos un poco tensos por el problema con Miramax, pero todo se arreglará y la película se podrá ver en mi país", aseguró este actor y realizador de Jersey, que se ha convertido en uno de los símbolos del cine independiente. "Me gusta hacer películas pequeñas. El presupuesto de Dogma, diez millones de dólares, es poco dinero para un filme estadounidense pero mucho para mí, me ha dado demasiados quebraderos de cabeza. Me gusta hacer películas con menos dinero, dan menos problemas".
El perdón
El consagrado David Lynch, miembro de otra generación de cineastas independientes, apareció vestido con su eterno traje negro y camisa blanca, Lynch reconoció que The straight story está muy alejada de sus anteriores títulos. "No busco un nuevo estilo, aunque es completamente diferente del resto de mis películas. La hice porque algo flotaba en el aire que me decía que era eso lo que tenía que rodar. Es una película sobre el perdón y está basada en un caso real. Su ritmo, más reposado que el de mis otras películas, lo pedía la historia. Atravesar Estados Unidos a seis kilómetros por hora es algo que se tiene que contar lentamente", agregó.
Preguntado sobre las huellas de John Ford en su filme, Lynch señaló: "Es verdad. Además, estoy seguro de que a Ford le hubiese encantado el personaje protagonista de mi película".
Este personaje es interpretado por Richard Farnsworth, un actor con muchas millas a su espalda, que empezó como especialista en superproducciones de Cecil B. de Mille y que ha trabajado con John Ford, Howard Hawks, Sam Peckinpah o Stanley Kubrick. "Es un personaje con el que me identifico totalmente. Cuando me llamaron para hacer el papel, me acababa de operar de una rotura de cadera. Perfecto, porque en el filme tenía que utilizar dos bastones", aseguró Farnsworth.
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