"Tira el carné y corre, que sigue Ceferino"
El pacto PSOE-Nueva Izquierda provoca que casi la totalidad de los militantes socialistas de Monesterio (Badajoz) abandone el partido
Monesterio (5.300 habitantes, Badajoz) es territorio límite y objeto de deseo. Los andaluces reclaman parte del pastel de su yacimiento de níquel. El Partido Democrático de la Nueva Izquierda (PDNI), escindido de Izquierda Unida (IU), ha hallado en este enclave de suaves colinas y magníficos encinares su paraíso natural y gobierna con mayoría absoluta: 8 de 13 concejales. Pero, de pronto, el PDNI y el PSOE pactan en las alturas y, a causa de ello, aquí abajo, en esta localidad, se produce la fuga, por desacuerdo, de las bases socialistas. De los 51 que tenía, 48 militantes de su agrupación local se han ido del partido: "Tira el carné y corre, que sigue Ceferino".La fuerza motriz que ha provocado el éxodo tiene nombre y apellido: Ceferino Muñoz, de 45 años, cartero de profesión y alcalde, con el PCE, IU y el PDNI, desde 1983. "Un tipo estupendo, coherente y luchador", según sus correligionarios. "Un dictador y un prepotente", según los socialistas disidentes. Todo indica que la decisión de éstos no ha sido visceral, en un arrebato de ira, sino fruto de un cúmulo de acontecimientos. Todos, eso sí, abiertos a una doble interpretación; todos, inseparablemente unidos al mundo rural.
"Desde hace 18 años, [Muñoz] ha estado pirateando permanentemente al PSOE... Hasta que se firmó el pacto PSOE-PDNI". Quien así habla y acusa es Francisco Mejías, concejal de Monesterio, ayer en el PSOE y hoy con los Socialistas Independientes de Extremadura (Siex),una formación que, poco a poco, se convierte en la casa común de los discrepantes del PSOE. "Nunca intentamos derribarlo. Pretendíamos que contará con nosotros. Pero nada... Ha dividido al pueblo. Tener un carné del PSOE era un pecado con él", explica.
Molestos con la gestión y las actitudes personales del alcalde, los socialistas lanzaron tiempo atrás una serie de panfletos contra él denunciando unas supuestas irregularidades y negligencias. "No toquéis el tema", nos dijeron desde arriba", se lamenta Mejías. Se negociaban entonces los presupuestos de la comunidad. Ellos esperaban contar, como así fue, con el apoyo del PDNI. Después llegó el acuerdo de las alturas y la determinación de incluir a Muñoz como candidato y con "sólo" cuatro socialistas en la candidatura.
Hubo más quejas de éstos y su dirección provincial les advirtió de la posibilidad de que se disolviera su agrupación. "No aceptamos imposiciones de nadie y aquí las hubo. Fuimos censurados. Nos dijeron: "No vais con él, pues... fuera", recuerda Mejías que les espetó el secretario de Organización del PSOE de Badajoz, José Santiago. Y claro que se fueron, "uno a uno, pidiendo la baja por escrito y rompiendo el carné". "Yo no quiero dañar al PSOE. Es como si uno tiene una novia durante 20 años... No va a hablar mal de ella. Pero a [Juan Carlos] Rodríguez Ibarra le tienen engañado", concluye.
"Me da pena que se vayan, pero ya volverán". Desde la cúpula provincial del PSOE, Santiago emplea un tono distante para hablar del asunto: "El pacto es un acuerdo federal y hay que cumplirlo".
De los cuatro ediles socialistas sólo uno continúa afiliado al partido: Antonio Parra. "Los que se han ido no eran militantes del PSOE por convicción, sino por discrepancias con Ceferino", apunta. "La casa del pueblo se convirtió en la casa de los recelos", añade en tono expresivo al tiempo que se declara poco rencoroso: "Cierto que Ceferino pegó fuerte al PSOE, incluso a mí, pero no le guardo rencor. Voy el segundo en la lista, detrás de él". Y califica de "impresionante" su gestión en infraestructuras: "Polideportivo, campo de fútbol, ronda de circunvalación, una iglesia, pisos tutelados, mercado de abastos..."
"Luchador nato y con una gran capacidad para conectar con el pueblo". Luciano Fernández, el máximo responsable regional del PDNI, no esconde su admiración por Muñoz. "¿Honrado? Su retribución es equivalente a la de un cartero, su profesión. Ha transformado el pueblo. Apenas 5.000 habitantes y 841 millones de presupuesto. Nunca ha renunciado a los principios de solidaridad".
Antiguo dirigente del PCE extremeño, Fernández encuentra las claves para explicar la actitud de los disidentes socialistas: "Muchos tenían contenciosos con el Ayuntamiento. A uno se le cerró el bar por ruidos, otro no entró como municipal, otro fue expulsado de IU, había rebotados..." Muñoz, casado y con dos hijos, razona a su vez: "¿Por qué el pacto PSOE-PDNI? Estamos en tiempos de reflexión. La izquierda por separado no va a ninguna parte, y menos enfrentada. La pelea permanente por el mismo espacio no conduce a nada. Además, entre los dos partidos existía un enfrentamiento mas de forma que de fondo". Y sobre el contencioso local es claro: "Unos cuantos se empeñaron en azuzar el odio y los enfrentamientos personales. Gente que, por otra parte, no representaba mucho, porque mientras el PSOE ganaba en Extremadura y en España en Monesterio siempre perdía, y estrepitosamente, con ellos".
Este cartero, que mamó el eurocomunismo, hace gala de verbo fácil y discurso definido: "Ante la pérdida de las esencias del pluralismo en IU, comprendimos que allí no podíamos seguir. Estamos en la socialdemocracia porque entendemos que hoy la izquierda no tiene más posibilidades de vencer a la derecha que en ese marco".
En Monesterio nadie duda de que Muñoz volverá a ganar. Al PSOE ya no le importa. Por eso el PP, con un solo concejal, está desplegando en el pueblo a pesos pesados, como Isabel Tocino, que se paseó por sus calles días atrás.
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