El Tribunal Internacional de La Haya estudia hoy la demanda yugoslava contra los países de la OTAN
Los 15 magistrados del Tribunal Internacional de la Organización de Naciones Unidas, con sede en La Haya, comienzan hoy a estudiar la demanda presentada por Yugoslavia para que cesen con carácter inmediato los bombardeos aliados contra su país y se condene por su actuación a los 10 países miembros de la OTAN que están participando en la operación militar Fuerza Aliada.Tocado pero aún desafiante, el Gobierno de Belgrado acusa a los aliados de "inmiscuirse en asuntos internos yugoslavos", "violar" su soberanía y "no respetar la obligación de proteger a los civiles en tiempos de guerra". Las autoridades yugoslavas, que piden también compensación económica por los daños causados, argumentan que los ataques de la OTAN han costado ya la vida a más de un millar de civiles y han dejado tras de sí varios miles de heridos graves, además de destruir escuelas, hospitales, monumentos, puentes y carreteras.
La demanda, que fue presentada el 29 de abril, ha sido recibida con gran ironía por los países acusados, entre los que se encuentra España. Estados Unidos la ha calificado de "absurda"; el Reino Unido, de "cínica", y Canadá ha recordado a Belgrado que debe cumplir también el derecho internacional.
Diez casos diferentes
Paradójicamente, las diferencias se ventilarán a tan sólo unos metros de la sede del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, creado para juzgar los desmanes cometidos durante la guerra en la región, donde simultáneamente se acumulan ahora las pruebas por las acciones de las fuerzas serbias contra la población de Kosovo.El procedimiento va a ser extraordinariamente breve y urgente. En principio, las audiencias se celebrarán en tan sólo dos jornadas. A lo largo del día de hoy, los jueces escucharán la defensa de Bruselas, Ottawa, París y Bonn. Mañana martes será el turno de Madrid, La Haya, Roma y Lisboa. Washington y Londres cerrarán las vistas orales. Técnicamente, se trata de 10 casos legales diferentes, ya que las autoridades serbias no han podido demandar a la OTAN en su conjunto, porque el tribunal sólo tiene competencia para dirimir las diferencias entre Estados, lo que excluye a las organizaciones internacionales.
Según fuentes de la corte internacional, el pronunciamiento de los jueces, al menos sobre la petición de cese de los bombardeos, se dará a conocer antes del fin de semana próximo, pero, aun siendo la más alta instancia judicial de las Naciones Unidas, su postura, sea cual sea, no tiene por qué ser acatada por los Estados miembros.
Los dictámenes del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya no tienen carácter vinculante, y su cumplimiento depende exclusivamente de la buena voluntad de los Estados. Sus estatutos no contemplan mecanismos que obliguen a respetar sus sentencias, ni tan siquiera la posibilidad de recurso para la parte que se sienta perjudicada.
El Gobierno de Estados Unidos así lo ha demostrado en menos de un año en dos ocasiones, cuando ignoró la petición de la corte internacional para que detuviera la ejecución de dos ciudadanos, uno paraguayo y otro alemán, condenados a muerte en los Estados norteamericanos de Virginia y Arizona, respectivamente.
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