Los aliados prosiguen sus bombardeos sobre Yugoslavia, pero dan un respiro a Belgrado
ENVIADO ESPECIALEn una maniobra destinada a eliminar cualquier ilusión de que el desastroso bombardeo de la Embajada china en Belgrado podría ablandar a la OTAN, bombarderos aliados lanzaron ayer recios ataques en Serbia, pero no sobre Belgrado. Escuetos informes difundidos por los medios oficiales no dieron cifras de bajas durante las últimas operaciones, que confirmaron estruendosamente las intenciones de la OTAN de intensificar su ofensiva aérea contra la Yugoslavia de Slobodan Milosevic.
Los ataques de ayer, según la televisión serbia RTS y la agencia de noticias Tanjug, se centraron principalmente en el área kosovar de Djakovica, donde los aliados lanzaron bombas de racimo, que causaron graves daños materiales y forzaron a huir a decenas de civiles kosovares. En esta misma región se produjeron enfrentamientos entre el Ejercito de Liberación de Kosovo (ELK) y las fuerzas serbias.El bombardeo sobre Djakovica ocurrió horas después de un recio bombardeo contra objetivos serbios en Decani, pocos kilómetros al norte de Djakovica, donde, según los medios oficiales serbios, el ELK está tratando de abrir un corredor para reabastecer a sus combatientes atrincherados en la zona.
Otras ofensivas alcanzaron un cuartel en Kragujevac, causando varios heridos; la destrucción de una estación de policía en Valjevo, y la oficina de correos de Uzice. En Valjevo, que ha sido bombardeado más de 24 veces desde el estallido de la ofensiva hace siete semanas, funciona una industria que la OTAN sospecha que fabrica munición.
Informes de Kraljevo, en Serbia central, dijeron que por lo menos dos misiles alcanzaron la estación local de trenes, y otro, la carretera hacia Nis. Los bombardeos, iniciados la noche del sábado, buscaban la destrucción de los centros de telecomunicaciones y repetidores de televisión que todavía funcionan en Yugoslavia.
Entretanto, una tensa calma reinaba anoche en Belgrado, tras un llamamiento de las autoridades para que la ciudadanía preste mayor atención a las sirenas y obedezca las advertencias de buscar refugio. "Esos avisos son, a partir de hoy, órdenes", dijo un portavoz municipal.
Tras casi siete semanas de bombardeos, muchos habitantes de Belgrado se han acostumbrado a desoír las alarmas antiaéreas, pero el bombardeo de la Embajada china del sábado les ha servido para recordar que no hay sitio seguro.
Para esclarecer detalles del ataque, que produjo cuatro muertos, veinte heridos y estragos en la legación diplomática, ayer llegó a Belgrado una misión de 34 miembros del Ministerio de Exteriores de Pekín. El portavoz de ese grupo, Sun Yuxi, visitó las ruinas de la embajada y comenzó gestiones para repatriar los restos de las víctimas, así como a los heridos, cinco de los cuales, incluyendo el agregado militar, se encontraban en estado grave. "No creemos que los bombardeos solucionen nada. Sólo empeorarán las cosas", declaró Sun, al tiempo que hizo un llamamiento para el retorno "a la negociación".
El Gobierno de Milosevic aguarda los resultados de la nueva misión del mediador ruso Víktor Chernomirdin, pero, a juzgar por declaraciones del embajador yugoslavo en Moscú, Borislav Milosevic, hermano del presidente yugoslavo, no hay que abrigar demasiadas esperanzas. Citado por el diario de Belgrado Blic, el diplomático señaló: "El fin de la guerra en los Balcanes no está a la vista".
[Entretanto, el portavoz militar de la OTAN, Walter Jertz, aseguró en Bruselas que el ELK proporciona refugio a los desplazados en zonas controladas por la guerrilla en el suroeste de Kosovo. "Cuando vemos donde se concentran cientos de miles de desplazados, observamos que frecuentemente esos lugares coinciden con zonas controladas por el ELK", aseguró Jertz.]
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