Chernomirdin vislumbra "resultados alentadores" tras hablar con Milosevic

Víktor Chernomirdin, el representante especial del Kremlin para los Balcanes, decidió regresar ayer a Moscú desde Bonn en lugar de ir a Belgrado, ya que, según sus palabras, "han surgido nuevas y muy graves circunstancias relacionadas con la solución de la crisis balcánica". Chernomirdin mantuvo una conversación por teléfono con Slobodan Milosevic que dio "algunos resultados alentadores".

El presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, quedó "muy contento" tras la conversación que mantuvo con el representante ruso para los Balcanes. Chernomirdin no dio detalles sobre las "nuevas circunstancias" surgidas durante sus negociaciones en Bonn ni por qué éstas dejaron tan satisfecho a Milosevic cuando se las transmitió por teléfono. Lo único claro es que la conversación telefónica con el presidente yugoslavo fue suficiente para cancelar el viaje a Belgrado que tenía previsto y volver a Moscú a informar al presidente Borís Yeltsin. "Ahora es necesario trabajar en Moscú. Habrá encuentros con representantes de EEUU y de otros países de la OTAN; sólo después de ellos se tomará una decisión sobre mi viaje a Belgrado", declaró Chernomirdin.El representante ruso también destacó la buena disposición de Milosevic. "Rusia, igual que Slobodan Milosevic, está de acuerdo con la exigencia de una autonomía para Kosovo y el despliegue de una fuerza internacional. Ahora tenemos que precisar todo esto", afirmó. En Bonn, además de reunirse con el canciller alemán Gerhard Schröder, el mediador ruso se entrevistó con Carl Bildt, representante especial del secretario general de Naciones Unidas en los Balcanes, y con Ibrahim Rugova, el líder albanokosovar moderado.

Chernomirdin constató nuevamente que el bombardeo de la Embajada china en Belgrado "ha hecho retroceder en el camino hacia la paz". Los misiles caídos sobre esa sede diplomática hicieron suspender el viaje del ministro de Exteriores ruso, Ígor Ivanov, a Londres. "Todo lo que estamos haciendo persigue un solo objetivo: detener estos bombardeos, detener la muerte de gente", subrayó.

Antes de viajar a Belgrado, el mediador ruso tiene planeado esta semana mantener conversaciones en Moscú con el vicesecretario de Estado norteamericano, Strobe Talbott, y en Helsinki con el presidente finlandés, Martti Ahtisaari. También se espera la visita, el martes, del ministro de Asuntos Exteriores francés, Hubert Védrine, para preparar la reunión que el miércoles mantendrán en Moscú Yeltsin y el presidente francés, Jacques Chirac.

Yeltsin, más moderado

Ayer, durante los festejos que conmemoraron el 54º aniversario de la victoria rusa sobre la Alemania nazi, Borís Yeltsin declaró que su país no escatimará esfuerzos "para apagar el foco de guerra en Yugoslavia". En su discurso en el Kremlin, el presidente utilizó un tono más moderado que el del sábado, cuando criticó fuertemente el bombardeo de la Embajada de China en Belgrado. "La época de la guerra fría, de la desconfianza mutua y del miedo ha quedado atrás, pero todavía queda una tendencia a resolver las disputas con ayuda de las armas. Los países no deben olvidar la principal lección de la guerra: una chispa de fuerza puede convertirse en la chispa de un gran incendio", señaló Yeltsin ayer.Un poco antes, en el discurso que pronunció en la plaza Roja, el jefe del Estado había destacado la necesidad de reforzar al Ejército ruso, que atraviesa una profunda crisis. Yeltsin no hizo referencias a la actualidad en los Balcanes durante esta declaración.

Las manifestaciones con motivo del Día de la Victoria adquirieron tintes contra la OTAN y Estados Unidos, ya que muchos rusos sienten los bombardeos de la Alianza contra Yugoslavia como una humillación a Rusia. La oposición a los ataques es una de las pocas cosas en las que coinciden todas las fuerzas políticas, desde comunistas hasta liberales.