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Paro: mujeres o inmigrantes

Joaquín Estefanía

Una nueva paradoja se va extendiendo en nuestro país: España sigue siendo el Estado europeo con mayores índices de desempleo y, al mismo tiempo, existen zonas geográficas y sectores de actividad en los que no hay suficientes asalariados para cubrir los puestos de trabajo existentes.Coincidiendo con los datos del paro registrado correspondientes al mes de abril (1.708.000 desempleados, el 10,47% de la población activa), el Ministerio de Trabajo ha anunciado que estudia ampliar el cupo de inmigrantes extranjeros para que cubran puestos de trabajo en la agricultura o en la construcción, en zonas como Baleares, Cataluña, Murcia, Navarra, Aragón o La Rioja en las que los empresarios tienen dificultades para cubrir la oferta de empleo, en temporada alta. No es la primera vez que se habla de esto; hace tres meses, el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, en un encuentro organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos, declaró que habría "que abrir la puerta a los inmigrantes", si los empresarios no se avienen a contratar a mujeres para puestos considerados hasta ahora como típicamente masculinos. Se dice que los principales beneficiarios de esta apertura del mercado de trabajo serían los albanokosovares recibidos en nuestro país y los marroquíes; la duración del permiso de trabajo sería la del contrato previo; es decir, no se contempla una estancia indefinida. El objetivo es agilizar la concesión de permisos de trabajo, con una fórmula similar a la que facilitó en la posguerra la salida de trabajadores españoles hacia Alemania, o más recientemente, para la vendimia en Francia.

Poco antes de esto, la patronal de Terrassa creaba una página en Internet en la que demandaba currículos de ciudadanos eslovenos, cualificados profesionalmente, para que vinieran a trabajar a Cataluña. Para ello inició negociaciones con el Gobierno de Eslovenia como medida de urgencia para cubrir la demanda de mano de obra que registran las empresas de la comarca, sobre todo del sector metalúrgico y manufacturero.

Si se confirma esta tendencia puede ocurrir que un país que tiene el doble de paro que sus homólogos europeos, necesite abrir su mercado, aunque sea de modo coyuntural, a los inmigrantes. La contradicción se multiplica si se desagregan las cifras de desempleo y se contempla la situación de las mujeres españolas, cuya tasa de paro es mucho más elevada que la masculina. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al último trimestre de 1998, la tasa de paro femenina (26%) duplica a la masculina (13,06%), mientras que la tasa de actividad femenina (37,9%) es poco más de la mitad que la masculina (63,2%). El perfil del parado español es el de una mujer de menos de 35 años, con escasa preparación académica y en busca de un trabajo poco cualificado desde hace ocho meses; según los datos del paro registrado correspondiente al mes de marzo, de cada 100 mujeres en edad de trabajar, 15,7 están en paro, mientras que la cifra se reduce al 7,8 cuando se trata de hombres.

Siendo la situación tan lacerante, ¿por qué no ocupan las mujeres el sitio que ahora se ofrece a los inmigrantes? Los analistas explican que por falta de formación (aunque para algunos de estos puestos no se requiere mucha) y por la escasa movilidad que tienen las mujeres, además de los prejuicios. Aunque la respuesta no es la ideal, habría que ofrecer a este segmento de la población femenina la formación idónea para que aprendan esos oficios masculinos, toda vez que, además, la tecnología ha suprimido o paliado el esfuerzo físico que antes requerían. La polémica se plantea entonces entre mujeres e inmigrantes.

Las mayores dudas de la operación se suscitan cuando se afirma que la falta de mano de obra en la construcción o en la agricultura está causando subidas de salarios y precios y, por tanto, generando inflación. Se trataría de que las empresas no tengan que competir por la contratación de trabajadores a base de mayores salarios. ¿Se está planteando una sobreexplotación añadida, sea quien sea el que ocupe el puesto de trabajo, evitando esa competencia?

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