Los alumnos podrán repetir la prueba de la selectividad las veces que quieran

La reforma de la selectividad promovida por Rajoy y aprobada ayer por el Consejo de Ministros ha sido criticada por el PSOE, CiU e IU, los sindicatos educativos, los padres de CEAPA y el Sindicato de Estudiantes. La reforma permite que los alumnos se examinen indefinidamente para subir nota y, con la pretensión de propiciar la movilidad, abre la posibilidad de que las comunidades reúnan sus universidades en distritos interautonómicos. Su eficacia se ve cuestionada por dos hechos: la mínima disponibilidad de plazas en septiembre y la escasa dotación de becas.

Los cambios principales que recoge el real decreto se refieren a la unión de universidades de distintas comunidades y a la posibilidad de repetir la prueba cuantas veces se quiera en las convocatorias de junio y septiembre.La primera medida establece que las universidades y las comunidades podrán constituirse en distritos autonómicos o interautonómicos si así lo deciden. Esto quiere decir que, a los efectos del acceso de nuevos alumnos, funcionarán como una sola universidad y los alumnos que vivan en esas comunidades podrán ingresar en cualquiera de las universidades de ese distrito.

Esta medida sirve de poco, según la opinión mayoritaria de los expertos, si no va acompañada de una sustancial partida de becas. Si no se convocan ayudas se estaría beneficiando exclusivamente a la pequeña parte de los alumnos que tienen buenas condiciones económicas para sufragarse la estancia en otra comunidad. España es, con diferencia, uno de los países de la UE que menos gastan en becas universitarias.

La eficacia de esta medida se pone también en duda al observar un dato llamativo: de las 14.743 plazas que se ofrecieron el año pasado a los alumnos de distrito compartido para que estudiaran en otra comunidad, sólo se ocupó el 43%.

En su comparecencia tras el Consejo de Ministros, Rajoy dijo que se aprobará una partida de becas en junio y que se intentará que sea mayor que la actual, pero no especificó la cuantía ni tampoco si serían del mismo tipo que las actuales, que son insuficientes en número y cuantía (328.000 pesetas como máximo para estudiar en otra localidad).

La segunda reforma introducida en el real decreto permite a los estudiantes examinarse cuantas veces quieran de la selectividad, en las convocatorias de junio o de septiembre, para aprobar o mejorar nota. Ahora, los suspensos disponen de tres convocatorias más, y los aprobados, de una más (en junio siguiente) para subir nota. Las repeticiones se deben hacer en la misma universidad si no se acredita un cambio de residencia.

La posibilidad de subir nota en septiembre es de muy escasa utilidad si se consideran los datos de los últimos años. En septiembre apenas quedan plazas disponibles, y a la mayoría de estas últimas puede accederse con una nota media de cinco, lo que, según varios expertos, hace inoperante la medida. El ministro, matizando interpretaciones de anteriores declaraciones suyas, reconoció ayer que "no es cierto que todos los alumnos vayan a poder estudiar la carrera que deseen; sólo se habilita un procedimiento para facilitar el acceso".

Actualmente ya existe la posibilidad de repetir el examen una vez para subir nota, pero sólo lo hace el 5% de los alumnos. La mayoría prefiere matricularse en donde sí ha sido aceptado.

La portavoz de educación de CiU en el Congreso, Carmen Laura Gil i Miró, calificó ayer de "demagógicas", "huecas" y "sin ningún sentido" las medidas aprobadas, informa Servimedia. Esta forma de aumentar las posibilidades de repetir los exámenes para acceder a la carrera deseada "no servirá absolutamente para nada", según Gil i Miró.

La portavoz de CiU dijo que "pretender que un alumno pierda varios años de su vida educativa para hacer las pruebas de acceso a la Universidad cuantas veces quiera sólo es una gran frase hueca que no puede contentar a nadie, porque no representa ningún beneficio". Convergència i Unió considera que habría sido mejor esperar a la próxima legislatura y sacar adelante una reforma más profunda. Clementina Díez de Baldeón, portavoz de educación del PSOE, dice que con estos cambios se ha "intentado engañar a los estudiantes". Según Díez de Baldeón, "la razón de haberlo hecho todo de forma tan apresurada es únicamente política, de cara a las próximas elecciones, y no educativa". "Se está hablando de mejorar las opciones de los alumnos, pero no es cierto, porque, aunque repitan la prueba en septiembre para subir nota, ya no tendrán plaza en casi ninguna carrera. Y eso, los estudiantes lo saben perfectamente".

Comisiones Obreras, UGT y ANPE también consideran de poco valor lo aprobado. Comisiones lo considera de "dudosa eficacia", y UGT, "un parche que no soluciona el problema de la selectividad" y "una operación de maquillaje". Los padres de alumnos de la enseñanza laica, integrados en la CEAPA, ven "totalmente inútiles" y "un despilfarro de energía" las medidas, según dijo ayer su presidente, Carlos Ladrón de Guevara. "Sin un incremento muy grande de las ayudas, la libertad de movilidad es una falacia", opina el presidente de la CEAPA.