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II PREMIO ALFAGUARA DE NOVELA

El periodismo, el amor y el mar definen la entrega del Premio Alfaguara a Vicent

Cientos de editores, escritores y artistas asistieron a la fiesta celebrada ayer en Madrid

Miguel Ángel Villena

Manuel Vicent sostuvo ayer que sólo escribe de aquello que conoce. Por ello, su novela Son de mar, que ayer recibió el II Premio Alfaguara de Novela, trata de mitos, amores y naufragios y está ambientada en la costa mediterránea. "Es una novela que analiza hasta qué punto el amor de una mujer es capaz de rescatar a un náufrago y devolverlo a la orilla". Tras definir el Mediterráneo como "un espacio que todos llevamos dentro", Vicent calificó el periodismo de "género literario del siglo XX". El escritor recibió ayer su premio de manos de Jesús de Polanco, presidente del Grupo Santillana.

El escritor valenciano (Villavieja, Castellón, 1936) parafraseó a Ernest Hemingway al subrayar que una novela consiste "en una primera frase por la que se podría dar la vida, seguida de 200 folios". El comienzo de Son de mar reza así: "El cuerpo de Ulises Adsuara apareció flotando en la bahía un domingo de agosto a las dos de la tarde". Una boda en el más allá entre dos ahogados es el arranque argumental de la última novela de Vicent. "Cada lector decidirá al final de la novela si el náufrago está vivo o muerto". Con los mitos como referencia, "pero una mitología que está presente por su capacidad de adaptación al mundo moderno", ha construido Vicent esta novela donde el Mediterráneo actúa como un protagonista más.

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Un mar convulso

"El Mediterráneo", confesó el autor, "está en todas partes, lo llevamos dentro porque representa un espacio que nos acompaña". Manuel Vicent rechazó ese tópico del Mediterráneo como un lugar plácido. "El Mediterráneo", matizó, "es un mar convulso y tiene una energía de sangre capaz de teñir de sangre todos los Atlánticos. No hay más que ver lo que está ocurriendo ahora". A juicio del ganador del Alfaguara de Novela, "un escritor se mide frente al mar, que está lleno de escritores naufragados porque el mar es un hueso duro de roer". Vicent recordó que Goethe exclamó la primera vez que vio el mar: "¡Qué espectáculo más impresionante!". "Sólo por esa frase", sentenció el novelista, "Josep Pla consideraba a Goethe un escritor detestable". Cultivador de varios géneros literarios, Manuel Vicent comentó ayer que no hace distinciones entre la literatura y el periodismo. "Mi actitud es la misma ante un artículo que ante una novela", afirmó, para agregar que "el periodismo es el gran género literario del siglo XX, del mismo modo que la novela lo fue en el XIX, el ensayo en el XVIII, el teatro en el XVII o la poesía en el XVI. Nuestro siglo no podría entenderse sin el periodismo".

Ahora bien, este escritor, que ha recibido varios premios en su vida, colaborador de EL PAÍS y que forma parte de la historia del periodismo de las últimas décadas en España, hizo en voz alta una peculiar reflexión sobre la literatura y el periodismo: "Si un novelista no duda al elegir un adjetivo, creo que no es un buen escritor. Pero, en cambio, si un periodista sabe elegir rápidamente un adjetivo, entonces nos encontramos ante un escritor".

Manuel Vicent no ocultó que los premios sirven para "promocionar un libro, una novela y una editorial". Pero el autor de Son de mar precisó: "Editoriales como Alfaguara prestigian la literatura y en otras prima vender papel a toda costa. En cualquier caso, hoy, si no vendes no existes y yo puedo hacer cualquier cosa por existir".

Tras la conferencia de prensa se procedió a la entrega del premio, dotado con 175.000 dólares (unos 25 millones de pesetas) y una escultura de Martín Chirino, en un acto presidido por el ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, y por el presidente del Grupo Santillana, Jesús de Polanco. Ante un auditorio de cientos de editores, escritores, cineastas, periodistas y artistas, De Polanco destacó las cualidades de Vicent y manifestó: "Sus columnas, sus perfiles, sus entrevistas y sus reportajes han sido a lo largo de los años de existencia de EL PAÍS un rasgo que ha definido al periódico y los lectores de este diario vivimos cada semana momentos de enorme gozo leyéndole. La novela es una historia contemporánea de amor y misterio enmarcada en el mundo sensual y mágico del Mediterráneo, como ha señalado el jurado, que ha hecho una síntesis de la obra total de Vicent como escritor y como periodista".

Tanto De Polanco como Rajoy resaltaron la importancia de la proyección de la literatura en español. "España", dijo el ministro, "es una colosal potencia cultural que ha influido en la configuración del mundo. El Estado ha de impulsar la promoción del español, pero también ha de colaborar la iniciativa privada".

Tras una fiesta en la sede de Alfaguara, responsables de la editorial, entre los que se hallaba Isabel de Polanco, directora general del Grupo Santillana; Manuel Vicent, y algunos invitados asistieron a un almuerzo que contó con la presencia de Gabriel García Márquez. El autor de Son de mar saludó al premio Nobel con sencilla lucidez: "Yo soy el padre de Mauricio Vicent", corresponsal de EL PAÍS en Cuba y amigo del escritor colombiano.

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