Cautelosos españoles

Una historia militar traumática, una brutal guerra civil viva en la memoria y las cuatro décadas de régimen del Generalísimo han hecho —y han mantenido— a los españoles sumamente ambivalentes en cuanto a la guerra y los ejércitos. (. . .) Las encuestas de opinión, (. . .) sugieren que menos de la tercera parte de los españoles respalda la acción de la OTAN. Algo más, quizá el 40%, está de acuerdo con que España debería participar en la operación para cumplir con sus obligaciones como miembro de la Alianza. Pero más de la mitad piensa que la operación fracasará en llevar la paz a la región. (...) Los españoles están lejos de enorgullecerse de sus antecedentes militares a lo largo del siglo pasado. (...) La derrota en Cuba frente a Estados Unidos en 1898 y la deshonrosa retirada del Sáhara español después de que Marruecos lo invadiese todavía pueden evocar sentimientos de vergüenza. (. . .) La decisión de España de incorporarse a la OTAN en 1986 fue amargamente polémica, con apenas la mitad de los españoles a favor. Hasta el año pasado no se produjo la plena incorporación de España a la estructura militar de la Alianza. El país todavía gasta en defensa un escaso 1% de su PIB. (. . .) Los españoles —y su prensa— se han centrado de forma mucho más profunda en los refugiados que en el aspecto puramente militar de la guerra. El Gobierno ha prometido gastar generosamente el dinero en los desplazados. (. . .) Mucha gente se ofrece a acoger refugiados. De nuevo, la historia arrastra las conciencias: un gran número de españoles todavía recuerdan el dolor de la guerra y el exilio.17 de abril