El jefe del Ejército chileno viaja a Londres para expresar el apoyo militar a Pinochet
El comandante en jefe del Ejército chileno, general Ricardo Izurieta, viajó ayer a Londres para expresar su apoyo personal y de las Fuerzas Armadas al general Augusto Pinochet. El jefe militar anunció su primer viaje al extranjero desde que asumió el cargo, hace un año, en el primer encuentro que mantiene con la prensa en este periodo. Izurieta comunicó la decisión al término de una reunión que mantuvieron los comandantes en jefe de las tres ramas de las Fuerzas Armadas con los ministros de Defensa, Florencio Guzmán, y de Exteriores, José Miguel Insulza.
Militares y civiles no descartaron en su reunión de ayer que la detención de Pinochet puede prolongarse por largo tiempo, según puso de manifiesto el ministro Guzmán. El propio Pinochet ha dejado constancia de ello en una nota que entregó ayer al senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI, derecha pinochetista) Hernán Larrain, en la que señala: "Sé que esto se puede prolongar por muchos años y puedo terminar regresando a Chile en una caja de madera". Los seguidores del general organizaron anoche una misa por el pronto regreso a Chile, a la que asistió la flor y nata del pinochetismo con la familia del ex dictador en pleno. Se cumplían seis meses de su detención en la capital británica. En el encuentro de los militares con los ministros de Defensa y Exteriores se evaluó la nueva situación tras la luz verde del ministro británico del Interior, Jack Straw, al proceso de extradición a España de Pinochet. Después de la reunión, Izurieta -cuyo viaje a Londres es resultado en gran parte de la presión ejercida por los generales retirados del Ejército- rompió el significativo silencio mantenido por la cúpula militar durante todo el jueves y aprovechó su primer contacto directo con los periodistas en 13 meses para transmitir dos mensajes inequívocos en torno a la situación generada por la detención del ex dictador: el Ejército chileno, dijo, rechaza la posibilidad, sugerida desde algunos sectores, de que la justicia chilena solicite la extradición de Augusto Pinochet para evitar su eventual envío a España. Para ello habría que retirarle la inmunidad parlamentaria por su condición de senador vitalicio, lo que para el Ejército es inaceptable, según dejó claro Izurieta.
El segundo mensaje del jefe del Ejército fue referido al paradero de los detenidos-desaparecidos y las violaciones de derechos humanos durante la dictadura. "El Ejército ya ha entregado todo lo que conoce", dijo en tono vehemente el general Izurieta. "Yo tengo la conciencia muy tranquila", subrayó, para afirmar que las Fuerzas Armadas chilenas se han modernizado y no tienen nada que ver con las de 1973, cuando Augusto Pinochet encabezó el golpe que derrocó al entonces presidente constitucional Salvador Allende.
Fosas comunes
Poco antes de la conferencia de prensa de Izurieta, los diputados de la Democracia Cristiana Juan Pablo Lorenzini y Jaime Jiménez entregaron al juez Juan Guzmán Tapia, que instruye las querellas contra el general Pinochet presentadas en Chile, información sobre presuntas fosas comunes en el extremo norte del país, en las que estarían enterrados durante la dictadura. La información, indicaron, les fue entregada por un ex oficial del Ejército chileno que se fue a Europa después del golpe. No quedó claro en qué condición viaja a Londres el jefe del Ejército. El ministro de Defensa manifestó que es muy difícil separar su condición de comandante en jefe de su condición como individuo. "No se puede olvidar que él recibió el bastón de mando de quien va a visitar", dijo Florencio Guzmán. En cualquier caso, Izurieta viajó acompañado de su esposa y de una comitiva militar. De lo que no ha quedado duda es de que el jefe del Ejército no solicitó autorización al Gobierno para viajar a Londres. "No corresponde que haya una autorización. Simplemente ha comunicado su decisión y yo le he prestado todo mi apoyo. Es una visita razonable", añadió el ministro de Defensa.
Izurieta dijo que va a Londres "a estar y visitar al general Pinochet", aseguró estar preocupado por el nuevo giro de la situación y dio lectura a un comunicado oficial del Ejército que sostiene que el veredicto del ministro Straw es "un atentado a la soberanía nacional".
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